Blue beauty: ¿en qué consiste esta tendencia de belleza sustentable?

Los residuos de los artículos de belleza contaminan el mar. Para frenar el perjuicio es impulsada la "blue beauty", una opción sustentable de cuidado personal.
El esfuerzo por recuperar el planeta de la contaminación se extiende a la industria de la belleza. Las organizaciones ecológicas e instituciones gubernamentales promueven campañas que arraiguen la cultura no contaminante. Uno de estos movimientos es el blue beauty.
Con este #EcoReto2021 podemos ayudar al medio ambiente cambiando nuestro maquillaje por uno sustentable. Entre sus distintos beneficios destaca que no contiene ingredientes sintéticos ni de origen animal. pic.twitter.com/Iz4MJVLJ63
— Marisa Ortiz (@MarisaOrtizMa) February 16, 2021
La tendencia persigue el uso de cosméticos sostenibles, que disminuyan los peligros arrastrados por el microplástico. Con este propósito, muchas empresas dedicadas a la fabricación de artículos de higiene y de skincare trabajan en la actualización de fórmulas y de envases que sean amigables con el medio ambiente.
En el caso específico de la blue beauty, lo que se quiere es evitar que los desechos impacten en los océanos y la biodiversidad. Una investigación de Sciencie señala que entre el 15 % y el 40 % del plástico arrojado a la basura ingresa al océano cada año. Convendría, por ejemplo, sustituir las toallitas limpiadoras por discos desmaquillantes reutilizables.
¿Cuál es el objetivo de la “blue beauty”?
De acuerdo con un reportaje de National Geographic, la cantidad de recipientes de plástico de cosméticos estadounidenses aumentó más de 120 veces desde 1960 y casi un 70 por ciento de los residuos acaban en los vertederos. Otro texto de la misma revista estima que para el 2025, la cuota anual acumulada sería de 155 millones de toneladas métricas de plástico por cada pie de línea costera.
La meta de la blue beauty es incentivar a la industria de la belleza a reducir el plástico. Múltiples marcas se suman y fomentan la distribución de cosméticos seguros para los mares, que minimicen la huella de carbono y con un proceso de fabricación que sea positivo para el entorno.
La propuesta es que el embalaje lo realicen con materiales reciclados, que los frascos puedan recargarse con la misma sustancia o los reutilices para otra tarea. Y que también sea posible regresarlos para reciclar.
Esta corriente implica el empleo de ingredientes naturales, en busca de aminorar el choque de los residuos químicos con el agua y con el medio ambiente. Al mismo tiempo, quiere que los artículos sean beneficiosos para la salud.
La Fundación Aquae enfatiza que son irreversibles los daños que las microperlas cosméticas provocan en los océanos. Para la organización ecologista Greenpeace, es difícil calcular cuánto tarda en biodegradarse el plástico en el fondo de las aguas, aunque consideran que demora mucho más que en la tierra, ya que recibe menos luz solar, está a bajas temperaturas y con poco oxígeno.
Composición de los productos “blue beauty”
Los cosméticos del movimiento belleza azul no llevan químicos, siliconas ni otros ingredientes sintéticos. Lo que sucede con estos componentes es que ensucian las aguas cuando los residuos bajan por los desagües.
Las cremas de protección solar, los desodorantes, el maquillaje y los exfoliantes basados en microplásticos son amenazas para los mares y los arrecifes de coral. Algunos productos no cuentan con filtros hidrosolubles.
Los cosméticos de belleza sustentable descartan ingredientes como octinozato, oxybenzona, octicrileno y fragancias sintéticas, altamente dañinas para los ecosistemas marinos. Los parabenos, las siliconas, el propilenglicol y los sulfatos son los más preocupantes.
En cambio, se prefiere la composición de fuentes renovables y fácilmente biodegradables. Al objetivo de la tendencia azul se suma la aplicación de métodos de producción que impliquen bajo o ningún desperdicio.
Relación entre “blue beauty” y “green beauty”
Otra tendencia llamada green beauty es relacionada con la corriente blue. No obstante, la diferencia radica en que la primera está concentrada en la ecología, a través de la composición netamente natural de los cosméticos.
En cambio, la belleza azul puntualiza el foco en los elementos con plástico y los ingredientes tóxicos que desembocan en el agua. Una de las premisas del movimiento blue es que los océanos representan soluciones para las fuentes de producción terrestre y, por ello, es necesario restaurarlos.
Las 2 inclinaciones inspiran a la belleza no tóxica, tanto para la salud humana como para el planeta. Además, la elección de esta clase de productos trae consigo una ventaja económica, ya que supone menores precios.