

A raíz de una cirugía de alta complejidad que debía realizar el Servicio de Traumatología y Neurocirugía del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata (Buenos Aires, Argentina), Emilia Moreiro, médica especialista en ortopedia y traumatología infantil, ayudante ad honorem de la cátedra Ortopedia y Traumatología de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se puso en contacto con Roberto Abait, director del Departamento de Diseño Industrial de la Facultad de Artes (FDA) de la UNLP.
Necesitaban un biomodelo de un segmento de una columna para llevar a cabo una cirugía de alta complejidad en una paciente de dicho hospital.
Un biomodelo es una reconstrucción 3D anatómica del paciente, que sirve como una guía para planificar una intervención quirúrgica.
“Cuando nos llegó el caso, pudimos dar respuesta a esta urgencia porque tenemos a Valeria, que está formada en el tema”, comentó el director del Departamento de Diseño Industrial.
Valeria Sararols es diseñadora industrial, docente de la FDA y especialista en Biodiseño y Productos Mecatrónicos. Desde hace años, trabaja en la fabricación de biomodelos en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce Néstor Kirchner.
Cuando le comentaron el caso, Valeria se puso a trabajar con Emilia Moreiro y con el Servicio de Traumatología y Neurocirugía del Hospital de Niños.
“Para hacer el biomodelo, trabajé con una tomografía computada de la paciente y, a partir de las imágenes del estudio, realicé con distintos softwares la segmentación de las vértebras solicitadas y exporté las mallas poligonales en un formato de archivo para ser impreso. Lo que permite la impresora 3D es hacer una reconstrucción tridimensional en escala real, a bajo costo y con una definición muy buena, y se obtiene una réplica exacta de la anatomía de la paciente”, señaló Valeria Sararols.
Con relación al caso médico, la doctora Moreiro explicó que la paciente tenía un síndrome genético con deformidad de la columna en los tres planos, llamada cifoescoliosis, y que debían hacer varios cortes en la columna para corregirla.
“El biomodelo nos sirvió como guía anatómica para tener claridad en cómo va girando la columna y en cómo planificar la intervención que debíamos hacer”, contó Emilia Moreiro.
A su vez, la doctora afirmó que “el biomodelo es aplicable a la medicina en un montón de casos, con él se puede planificar con mucha precisión una cirugía, ya que es un mapa tridimensional. También, puede ser el principio para hacer prótesis o yesos, por ejemplo”.
El equipo formado por los Servicios de Ortopedia y Traumatología y Neurocirugía del Hospital de Niños realizó la intervención con éxito y, gracias a ello, la paciente tendrá una mejor calidad de vida.
“Esta experiencia es otro ejemplo de acciones que asocian a la Facultad de Artes con la salud y que fomentan el vínculo entre organismos del Estado. Actualmente, el diseño industrial es un gran aporte para la medicina”, concluyó Roberto Abait.