El peor de todos: durante este Gobierno los salarios nunca le ganaron a la inflación y son los más bajos desde 2004

El crecimiento económico anunciado por Alberto Fernández sigue sin manifestarse en el poder adquisitivo. El INDEC anunció que el Índice de salarios subió un 6,2 por ciento en mayo de 2022, antes de que se desatara el estallido inflacionario y financiero tras la renuncia de Martín Guzmán. Contra una inflación mensual del 5,1 por ciento, en mayo los salarios lograron superar al crecimiento de los precios, pero la mejora real fue solamente de un punto.
Muy a pesar de las promesas de campaña, desde que Alberto Fernández asumió el poder en diciembre de 2019, los salarios reales acumularon una pérdida del 1,5 por ciento hasta mayo de 2022.
-papá, ¿por qué Argentina tiene los salarios más bajos de Latinoamerica, inflación récord y desempleo porque nadie quiere invertir un peso?
— Milton Friedom5 ✈️ (@MiltonFriedom5) August 3, 2022
-a ver hijo… cómo te explico pic.twitter.com/KtqZwdO5JO
El índice salarial calculado por el INDEC acumuló una pérdida del 1,5 por ciento entre diciembre de 2019 y mayo de 2022. Las remuneraciones reales actuales son aún más bajas que el piso registrado en el Gobierno de Mauricio Macri, y son las más bajas desde 2004.
Tras una incipiente recuperación entre julio y noviembre de 2021, a partir de diciembre los salarios comenzaron a aumentar por detrás del índice general de precios minoristas y solamente desde esta fecha cayeron un 2,1 por ciento. Estas cifras marcan una aceleración notable en la pérdida de poder adquisitivo de las personas, al mismo tiempo en que la actividad económica comenzó a estancarse.
El promedio del nivel salarial real bajo la gestión Fernández es incluso más bajo que el piso registrado en noviembre de 2019, el último mes de la administración de Mauricio Macri como presidente. Actualmente un trabajador promedio (informal o formal) puede adquirir con su salario menos bienes y servicios de los que podía comprar en el peor mes de la gestión Macri.
Además, el nivel salarial actual (nuevamente en términos de compra) es el más bajo desde enero de 2004, y similar al promedio del último trimestre de 2003. De hecho, es incluso un 15,5 por ciento inferior al nivel salarial que había en diciembre de 2001, en medio de una severa recesión económica y el caos político.
El modelo económico heredado por el kirchnerismo, y conservado en gran medida durante la gestión Macri, demuestra claros indicios de agotamiento. A partir de 2011 los salarios reales jamás volvieron a ganarle a la inflación de forma sostenida, y entre mayo de 2013 y mayo de 2022 se redujeron hasta un 27,4 por ciento.
Con una inflación interanual cercana a los tres dígitos para fin de año, los mecanismos de actualización salarial se vuelven poco eficientes ante una suba de precios cada vez más rápida y volátil. La pérdida del poder adquisitivo amenaza con derrumbar el consumo y terminar por sepultar el estancamiento para dar paso a una recesión formal.