
Por Evangelina Rigatou, especial para NOVA
¿Quién no quiere estar feliz en la vida? Sin embargo, algunas actitudes propias ponen en peligro nuestra felicidad, haciéndonos sufrir, lo que yo llamo masoquismo emocional. Veamos estas actitudes para cada signo. Les recomiendo leer su signo solar, lunar y ascendente.

“Tengo siempre razón! La culpa es de los demás. ¡Haré lo que yo quiera!” y así le va en la vida con tanto ego hiriendo a su alrededor hasta que lo abandonen. Cree que nació para ser ganador en todo y a menudo le falta tacto y empatía. Su ego jamás le permitirá admitir nada.

Etiquetas a todos y a todo. Tauro se siente más seguro poniendo etiquetas a todos para clasificar en su mente lo “bueno y lo malo”. Su opinión irreversible le cierra puertas y le crea miedos y prejuicios. También, los miedos que tiene este signo a los cambios, lo paralizan.

“Tengo razón”. Este signo sabe utilizar el lenguaje tan bien que puede manipular cualquier conversación para salir con la suya. Su superficialidad, y las promesas que no cumple terminan poniéndolo al margen por sus seres queridos, hundiéndolo en un sinfín de overthinking.

Apegos en el pasado, nostalgia impiden a Cáncer de vivir el presente y planificar el futuro. Su miedo a desapegarse de lo que no le conviene más puede serle destructivo.

Aunque tiene aire de libre de amores, libre de temores como cantaba Miguel Bose, los apegos emocionales de un Leo por miedo a la perdida y el abandono pueden ser mortales. Vive comparándose con los demás y su ego no le deja avanzar.

¡Siempre hay una excusa para criticar y para ser gruñones! Para ellos “¡todo es un desorden! No es correcto. Tengo razón”, fastidiando a menudo su alrededor. El overthinking y el análisis constante pueden hundirlos en estrés y melancolía.

El deseo de Libra a satisfacer a todos para logras relaciones armoniosas hace que al final la opinión de los demás guíe su vida. Su inseguridad de quedarse solo lo convierte en una persona dependiente a los demás que siempre cede.

La parte oscura de este signo es profunda. Obsesiones con el control, celos, venganza no dejan en paz a Escorpio que siempre quiere tener todo bajo su control. Juega el juego de dominante y el sumiso en cada área de su vida.

Este signo aunque es uno de los más sinceros, cuando quiere tiene una excusa para todo. Excusa porque no cumplió con sus promesas, excusas porque le fue mal una situación etc. Pero la mentira tiene patas cortas y al final terminan siendo no fiables.

¿Ser o parecer? Aunque Capricornio parece ser modesto con perfil bajo, en realidad le excita recibir la admiración de los demás por sus hazañas. Sigue el camino seguro, pero apunta más lejos que los demás. Sus ganas de presumir le convierten en una persona más de parecer que de ser, teniendo a su lado gente interesada y reprimiendo su esencia original.

El hecho que es consciente de lo inteligente que es, lo hace querer guiar la vida de los demás. Es testarudo cuando piensa en una idea innovadora y nada le para. Su desapego emocional natural y la prioridad que pone en las amistades, pueden dejarlo sin pareja.

Su inestabilidad emocional, su victimismo y sus utopías ya de por si obstaculizan su felicidad. A Piscis a menudo le encanta ser el héroe bohemio o perdido en su película. El drama lo atrae, pero no le lleva a la felicidad.