
Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El 15 de agosto de 1769 nació en Córcega, Napoleón Bonaparte. De profesión militar, fue el más astuto de los hombres de armas de su tiempo.
¿En qué contexto fue madurando Napoleón?
Desde 1789 Francia había caído en manos de una vanguardia intelectual inspirada en el iluminismo, dispuesta a romper toda cosa sospechada de ser tradicional. La generación revolucionaria tenía la misión de imponer a sangre y fuego una moral nueva. Por supuesto, la violencia engendró más violencia.
En ese contexto Napoleón comenzó su carrera militar. Los pilares fundamentales de su éxito fueron: estudio, disciplina y contracción al trabajo. Gracias al esfuerzo y a sus condiciones, ascendió rápidamente en la estructura castrense. Para 1799 ya era General.
Desde 1795 Francia tenía un gobierno colegiado -el Directorio- con dos etapas bien diferenciadas entre sí: la primera entre 1795-1797 y la segunda, 1797-1799. Los primeros años fueron difíciles para el gobierno. En la segunda etapa, si bien se registraron dos buenas cosechas, su impacto positivo no llegó a sentirse en las cuentas públicas.
Napoleón advirtió el descontento de la población civil. La impopularidad del gobierno lo impulsó a maniobrar para obtener su caída. Nadie salió en defensa del Poder Ejecutivo. El Golpe del 18 Brumario había triunfado. La Era Napoleónica había comenzado.
Ascenso de Napoleón
Napoleón asumió el cargo de Cónsul. La nomenclatura no era inocente: tenía su origen en la antigua magistratura romana homónima. Desde el cargo inició un fuerte programa de reformas en materia económica, de educación y de infraestructura. En el plano internacional, en 1801 intentó relaciones con el Vaticano.
El Código Napoleónico y su influencia en la Argentina
El Cónsul Bonaparte decidió formar una comisión de especialistas para estudiar la legislación civil francesa para concentrarla en un solo cuerpo. Así nació el Código Civil Francés, destinado a cambiar el paradigma legislativo del mundo.
La independencia de los territorios americanos, otrora españoles, fue dando popularidad a la legislación napoleónica. El reacomodamiento del mapa político europeo entre los siglos XIX y XX también fueron oportunidad para que los países adopten el Código Francés como base de su propia legislación, como lo hicieron Bélgica, Holanda, Portugal y España.
En nuestro país el primer Código Civil entró en vigencia el 1 de enero de 1871. También se lo llamó Código Velezano, en honor a su redactor Dalmacio Vélez Sarsfield. El codificador argentino se inspiró en muy buena medida en el contemporáneo Código Francés.
Durante el Siglo XX hubo dos anteproyectos de reformas (los de Bibiloni y Llambías) que también se inspiraron en el Código de 1804. Tuvo razón Napoleón cuando dijo: “Lo que vivirá eternamente, es mi Código Civil”.