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12 de agosto de 1806: la Pérfida Albión abatida por los rioplatenses

El 12 de agosto de 1806, al término de cruentos combates librados por las calles de Buenos Aires, el general William Beresford se rindió ante el Comandante Santiago de Liniers.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 12 de agosto de 1806, al término de cruentos combates librados por las calles de Buenos Aires, el general William Beresford se rindió ante el Comandante Santiago de Liniers. Así llegaron a su fin los 46 días de gobierno británico en el Río de la Plata.

Conocida la noticia en Londres la prensa británica calificó a la operación militar como un “desastre”. La fuerza invasora estaba integrada por 1.600 militares entrenados. La resistencia rioplatense estuvo integrada por 8.000 hombres movilizados, pero la enorme mayoría no contaba con instrucción militar y además no se disponía de armas para todos.

El saldo de la aventura británica en Sudamérica fue de 205 bajas entre los porteños, contando muertos y heridos. Por su parte los ingleses contaron 157 fallecidos y 1.300 prisioneros.

Liniers ya los había expulsado

Desde el año anterior España estaba en alerta ante la posibilidad de una invasión a sus posesiones en el Río de la Plata. No resulta casual que el Virrey Sobremonte haya nombrado a Santiago de Liniers como Jefe de la Estación Naval Ensenada, con la misión de resistir todo tipo de ataque extranjero.

La previsión del virrey no fue en vano. El 24 de junio de 1806 la defensa de Ensenada debió intervenir para repeler el accionar de ocho buques ingleses que intentaron desembarcar en Punta Lara. Los británicos abortaron la misión y pusieron rumbo a Quilmes, donde hicieron pie en tierras virreinales el 27 de junio.

Ascenso y caída del invasor

El general Beresford asumió el gobierno entre la indiferencia popular y el beneplácito de los funcionarios (algunos de ellos futuros integrantes de la Primera Junta) que hasta el día anterior habían sido leales al Rey de España. Frente a este panorama, Santiago de Liniers cruzó el Río de la Plata para planear una embestida contra los ingleses y conformar una fuerza de combate.

Cuando estuvo listo, regresó a Buenos Aires proveniente de Colonia del Sacramento, donde se había establecido unos días antes para entrenar a los soldados que se iban a enfrentar a una potencia militar de la época. Esta vez el pueblo no estuvo ausente: mientras los soldados peleaban cuerpo a cuerpo contra los ingleses, los civiles colaboraron arrojando sobre el enemigo cascotes y agua hirviendo desde los balcones.

Justo es recordar que no fue Liniers el primero que enfrentó a los ingleses. Parte de su ejército estaba formado por las tropas que unos días antes habían sido derrotadas en el combate de Perdriel. La contienda tuvo lugar el 1 de agosto de 1806 en el actual partido bonaerense de San Martín. Un centenar de milicianos bajo las órdenes de Juan Martín de Pueyrredón presentaron batalla frente a poco más de 500 británicos, que los dispersaron sin inconvenientes.

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