Vicente López y Planes, el poeta que llegó a presidente

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El 7 de julio de 1827 Vicente López y Planes asumió la presidencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en reemplazo de Bernardino Rivadavia. El “Sapo del diluvio” (así apodaban a Rivadavia sus detractores) había renunciado en medio del escándalo que provocó en Buenos Aires la firma Convención Preliminar de Paz con el Imperio del Brasil para poner término a la guerra declarada por el control de la Provincia Oriental.
A lo largo de tres años la Armada comandada por el Almirante Guillermo Brown y las tropas rioplatenses obtuvieron resonantes triunfos en los campos de batalla, pero la habilidad de los diplomáticos brasileros y los "buenos oficios" de sus pares británicos, lograron amputar al territorio argentino reconociendo la independencia de la provincia en disputa.
Cuando la noticia se conoció en Buenos Aires, el presidente Rivadavia rechazó la Convención para despegarse del bochornoso proceder de la misión diplomática argentina, pero ya era tarde. El descontento de los porteños lo obligó a renunciar.
La gestión de López y Planes fue muy breve: se limitó a apaciguar los ánimos y preparar el terreno para una futura elección. Sin embargo la profundidad de la crisis obligó a la disolución del Congreso y a la desaparición del Poder Ejecutivo Nacional. Desde ese momento las provincias recuperaron su autonomía pero acordaron delegar el manejo de las relaciones exteriores en el gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Autor del Himno Nacional Argentino.
Vicente López y Planes fue uno de los integrantes de la Asamblea del Año XIII en representación de la Provincia de Buenos Aires. El cuerpo legislativo aprobó una letra de su autoría como canción patria de tono marcial. En paralelo encargó la composición de la música al español Blas Parera. Así nació el Himno Nacional Argentino.