Legislativas
Por suerte están en lo importante

Mientras el país se derrumba económicamente, el kirchnerismo y el macrismo se juntan para debatir la eutanasia

Diputados del Frente de Todos iniciarán los debates en comisión y cuentan con un amplio apoyo de Juntos por el Cambio. (Dibujo: NOVA)

La semana que viene el Congreso retoma la actividad legislativa tras el receso invernal, y el kirchnerismo ya decidió que su primer esfuerzo será aprobar la legalización de la eutanasia. A pesar de que Argentina atraviesa la peor crisis desde el 2001, la prioridad del Frente de Todos está puesta en una cuestión social de baja importancia en vez de reformas estructurales que el país tanto necesita.

Y parece que Juntos por el Cambio está en la misma sintonía. En vez de intentar presionar la aprobación de leyes que puedan ayudar a la situación catastrófica del país, anunciaron que una importante mayoría del interbloque opositor apoyará la eutanasia.

Ya son tres los proyectos de ley que existen en el Congreso que buscan sancionar una ley que legalice el “derecho” a solicitar y recibir la ayuda médica para “morir dignamente”, dos de Juntos por el Cambio y uno del Frente de Todos, y ahora el kirchnerismo tratará de llegar a un consenso para conseguir un dictamen unificado.

La primera de las iniciativas fue presentada a fines del año pasado por los diputados de Juntos por el Cambio Alejandro Cacace, Jimena Latorre y el hoy senador Alfredo Cornejo.

Días después, en el Senado, el hoy diputado radical Julio Cobos presentó su propio proyecto titulado “Interrupción Voluntaria de la Vida”, con ciertas discrepancias al encabezado por Cornejo.

Hasta el momento, el Frente de Todos no había dado quórum para tratar ninguno de estos dos proyectos, hasta que la diputada kirchnerista Gabriela Estévez presentó una versión respaldada por el oficialismo que podría finalmente unificar todas las iniciativas.

Entre los firmantes del proyecto figuran Cecilia Moreau, Mara Brawer, Carolina Gaillard, Mónica Macha y Jimena López, además de la radical Carla Carrizo, que a pesar de pertenecer a la oposición pidió que su firma figure en el texto del oficialismo.

A grandes rasgos, los tres proyectos coinciden en que una persona tiene que poder decidir cuándo morir, reconociendo la “muerte digna” como un derecho garantizado por las leyes argentinas.

También parecería haber una línea común en que la persona que reciba asistencia médica para morir sin sufrimiento debe tener diagnosticada una “enfermedad grave, crónica e incurable“, aunque en ningún proyecto presentado hasta la fecha se entra en detalle de cuáles serían estos padecimientos, y todo indica que quedará a criterio del médico.

Lo que preocupa a muchos médicos es que no solo van a tener que violar el juramento hipocrático, que dice explícitamente “A nadie daré una droga mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin“, si no que en el proyecto de Juntos por el Cambio, parecería que no habría un impedimento de consentimiento para ejecutar la muerte.

En el artículo seis, inciso “b”, se indica que los menores de 16 años, acorde al artículo 26 del Código Civil, no tendrán potestad de decidir sobre su vida y en su lugar, serán sus padres, tutores o representantes legales quienes darán el consentimiento para su muerte.

Además, según los incisos “c”, “d” y “e”, las personas con capacidad restringida tal que “le impida prestar el consentimiento” dependerán de sus familiares, representantes legales o incluso de “personas allegadas”, según lo dispone el artículo 59 del Código Civil, que regula situaciones médicas de emergencia.

Por lo que esta ley de Juntos por el Cambio, que todavía no se sabe si será el texto final pero tiene altas posibilidades de mantenerse en el dictamen final, equipara una emergencia médica para salvar la vida de un paciente con la ejecución médica de una persona para que pare de sufrir.

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