Comer con champán no debería resultar extraño. Al fin y al cabo, no deja de ser un vino, efervescente, espumoso y exquisito. Un vino que se descubrió explorando lo desconocido, allá por el siglo XVII. Y lo que en un principio se consideró un fallo técnico de fermentación que originaba burbujas, el monje y bodeguero Dom Pérignon lo convirtió en virtud. Gracias a él, hoy, 300 años después, seguimos explorando lo desconocido: comer con champán. Eso sí, Dom Pérignon Rose Vintage 2008.
Explorando lo desconocido en las Setas de Sevilla con Dom Pérignon más los chefs Paco Morales y Alejandro Serrano: el maridaje efervescente perfecto
¿Cuál es el mejor acompañamiento para el jamón ibérico? ⤵️
— Alacena Ecológica (@alacena_eco) February 5, 2020
Expertos en el arte del maridaje recomiendan consumir el jamón con vinos generosos como el fino o manzanilla; en la actualidad también se frecuenta la combinación con cava o champán. https://t.co/bMOp2MSD7U pic.twitter.com/xwYkI6LfdC
El perfecto champán para comer nació en 2008. Un año de contrastes en el clima, lo que propició que la cosecha de su uva fuese aromáticamente intensa y de una consistencia ideal para múltiples situaciones, desde una fiesta a una comida. En definitiva, una añada genial para experimentar todos los matices de la uva pinot noir. Así nació Dom Pérignon Rose Vintage 2008, como el resultado de la conjunción de 2 elementos fundamentales que determinan la calidad de la uva: el clima y el terreno. Aunque hay un tercer elemento que define la creatividad de Dom Pérignon desde el siglo XVII: la exploración. Un rasgo que desde el año 2000, la casa del champán más legendario ha desarrollado aún más, investigando con nuevas formas de fermentación para crear la mejor variedad rosada y burbujeante. Perfecta para brindar entre plato y plato: Dom Pérignon Rose Vintage 2008.
Los chefs perfectos para el perfecto champán
Sobre las alturas de las Setas de Sevilla, mientras contemplamos toda la ciudad, descubrimos las notas de este champán. Notas frutales que recuerdan a los frutos rojos como la frambuesa, la fresa… pero también a los cítricos rojos, como la naranja sanguina. Y, al mismo tiempo, otros toques de flores como la violeta o el iris. Todas estas notas sirvieron de inspiración a dos grandes chefs para crear un menú que homenajease a Dom Pérignon Rose Vintage 2008. Ellos son, Paco Morales, chef 2 estrellas Michelin, y Alejandro Serrano, el chef español más joven en conseguir una estrella Michelin. Juntos crearon un menú desgustación de diez platos perfecto para comer con champán Dom Pérignon Rosé 2008. Un rosado burbujeante, magnético, salvaje y carnal, claroscuro, vibrante y táctil.
La experiencia de comer con champán ha sido todo un lujo. No solo por Dom Pérignon, también por hacerlo de la mano de dos de los mejores chefs de este país, en una localización tan exclusiva y majestuosa como la estructura de madera más grande del mundo, las Setas de Sevilla.
El menú degustación de Paco Morales y Alejandro Serrano para comer con champán Dom Pérignon Rose Vintage 2008
El menú comienza con un Huerto de flores – tomate morado, una esfera que explota en la boca, presentada sobre una peonía creada junto con el artista Luca Hugo Brucculeri. Después vendrá la Cuajada de almendra y bonito semi curado. Aunque los chefs han trabajado conjuntamente en la creación del menú, las propuestas originales de Alejandro tienen un matiz visual distintivo, ya que trabaja con colores más vibrantes y llamativos, añadiendo ese factor “wow” a cada plato. Mientras que Paco utiliza las gamas más neutras, centrando sus creaciones en destacar el producto.
En los siguientes pases, no solo no nos limitamos a comer con champán, también brindamos por cada plato. Disfrutamos de Gamba naranja y dumpling de erizo de mar, una explosión de sabores. Y también de Menestra de verduras, untuoso de maíz y mole negro, la fusión perfecta de sabores y culturas.
Atardecer en el mar de Castilla, atún y bilbaína de ají amarillo merece otro brindis con Dom Pérignon Rosé Vintage 2008. Lo mismo que el Molusco macerado en aliño de pepino humus de garbanzo y nieve de Kéfir.
Para finalizar la parte salada del menú los dos platos estrella. Una auténtica delicia para el paladar que combinan a la perfección con las burbujas del Dom Pérignon Rosé Vintage 2008. Por un lado Lubina, pimiento chocolatero, escabeche de rosa y limón quemado. Y por último Bogavante, barbacoa y eclair de queso, el final perfecto.
Y el culmen llega con los postres, los cuales hacen referencia a la última faceta del champán, la más táctil. El primer postre nos transporta al cielo dentro de una burbuja Dom Pérignon Rosé Vintage 2008: Limón ceutí con hierbabuena, nieve de cilantro y pimienta blanca. Y el segundo casi nos deposita literalmente en una nube: Frutos rojos psicodélicos como un guiño a los burbujeantes años 80, un simpático toque vintage.