
Por la periodista Rocío Jaramillo, especial para NOVA
Así como dicen que para los gustos hay colores, muchas veces lo que nos gusta no lo podemos obtener. Este inconveniente no es porque no tengamos ganas de querer conseguirlo, estamos hablando de normas sociales que nos exceden. Ir a comprarse ropa, debería ser el trámite más sencillo que exista: elegir lo que te guste, pedir tu talla, probarte como te queda e irte, pero no es así.
El Congreso de la Nación Argentina publicó una ley de sistema único de talles de ropa en todo el país, para ropa informal como en uniformes de trabajo y calzado. ¿Están mal rotulados? ¿Sólo hay talles únicos? ¿Por qué no hay más que tres opciones de talles? Miles de preguntas, todo el tiempo. Cosas tan personales y públicas a la vez, llevan un tiempo determinado para cada persona. No todos conseguimos con facilidad lo que otros sí.
En Argentina a fines de noviembre del año 2019, se promulgó la Ley 27.521 - SUNITI (convertida en ley oficial el 9 de junio del 2021) que responde a medidas corporales correspondientes tanto en ropa como en calzado. Se quiere crear un sistema que elimine los talles únicos, S, M y L (small, medium y large) y crear nuevos y propios a través de un Estudio Antropométrico y así tener talles reales en el país.
Además, este mismo formará parte de la Secretaría de Comercio Interior que pertenece al Ministerio de Desarrollo Productivo. La ley obliga a que “la etiqueta con la identificación del talle de la indumentaria debe estar contenido en el pictograma correspondiente, de manera cierta, clara y detallada, siendo de fácil comprensión para el consumidor; y adherida a la prenda”.
Cuando decimos “reales”, no nos referimos a que solo sean grandes, sino también a su cumplimiento de números, y no se establezca un Talle 7 si sus costuras representan un Talle 2. Si alguna vez pasaste un mal momento en el que alguien se refirió de alguna manera a tu cuerpo y te sentiste avergonzado, el artículo 9 es claro:
- Artículo 9 - Trato digno. Prácticas abusivas. Los establecimientos comerciales de venta de indumentaria de moda y textiles deberán garantizar condiciones de atención y trato digno y equitativo a los consumidores.
Deberán abstenerse de desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes. De todas formas, esto además de ser un término legal para poder convivir mejor al momento de comprar ropa (que es necesaria para nuestra vida cotidiana) también es un trabajo social que construir.
Estamos hablando, no de que no haya variedad de modelos y sean todos iguales porque “es lo que se usa”, estamos hablando de derechos más que obvios con respecto a tener la posibilidad de comprar algo que vaya acorde con nuestro cuerpo y con nuestro gusto. Entre aquellos “talles reales” no hablamos de que haya más números después del cinco, estamos hablando de un abanico de opciones interminables en cuanto a cada espacio vacío en esos números que ni siquiera llevan un seguimiento como corresponde.
¿La solución es conformarme con lo poco que hay para mí por la forma de mi cuerpo? No, no tengo por qué conformarme si tengo el mismo derecho a lucir la ropa que más me gusta como la persona que es talle 1 o talle 4. Además, la gente cataloga a los "talles reales" como talles grandes, y no, no es así. Porque reales son todos los talles de cada cuerpo, de cada persona.
Lógico es que una adolescente no tenga complejos al momento de ir a comprarse ropa porque sí hay de su medida. Lógico es que una señora pueda elegir qué ponerse sin decir que no hay nada para gente de su edad y su cuerpo. Lógico es que no se utilicen medidas estándar de un modelo de cuerpo que no todos tienen y que creen que la gente lo va a comprar por querer amoldarse a ese tipo de prenda, eso no es negocio, es apoyo a una masa de problemas sociales interminables.