Rollo de calabacín, jamón y queso, un plato para servirlo bien caliente, con el queso fundido en su interior
Por Walter Federico Lösch, especial para NOVA
Ingredientes (Para 8 personas)
* Para la base del rollo
- 4 huevos
- 1 calabacín grande
- 100 gramos de queso Parmesano rallado
- Sal, nuez moscada y pimienta
* Para el relleno
- Lonjas de queso (cualquier variedad que funda bien)
- Lonjas de jamón cocido
- Queso crema de untar
Elaboración
Para empezar, se cortan las puntas del calabacín y se trozan. Poner en el vaso de la licuadora para triturarlo bastante fino, pero sin que llegue a quedar como un puré. Si se tiene una licuadora, es mejor usarla para asegurar el resultado. También se puede pasar por un rallador grueso. Luego, colocar en un colador y prensar para que desprenda todo el líquido posible.
Mientras desprende el líquido, batir en un bowl los huevos con el queso rallado, la sal y pimienta. Al final, añadir el calabacín ya bien escurrido (esto es importante para que luego el rollo no se rompa) y mezclar bien hasta que quede como una pasta muy integrada.
Forrar una bandeja de horno con papel de horno y cubrir con la mezcla. Da para una bandeja de 35 por 25 centímetros aproximadamente. Luego hornear a 180ºC unos 15 minutos hasta que la mezcla esté bien cuajada.
Importante: la tortilla de calabacín no debe quedar muy gruesa, extenderla bien sobre la bandeja para aplanar por igual. Cuando se saca del horno, hay que esperar a que temple o enfríe un poco para poder manejar la “tortilla” sin que se rompa. Retirar el papel de horno con cuidado y elegir la cara que más guste para rellenar por el otro lado. La cara con mejor presentación, debe ser la cara “visible” del rollo de calabacín.
Sobre el mismo papel de horno, poner la base y rellenar con el queso en lonjas y después con el jamón, distribuyendo bien por la superficie. Ser generosos con el jamón para que se vea luego en el corte y se potencie un poco el sabor del rollo. Se puede untar previamente con un poco de queso crema de untar para que se adhieran bien el jamón y el queso.
Finalmente, con la ayuda del papel, formar el rollo bien prensado para que no queden huecos en el centro. Al momento de servir, hay que meter de nuevo al horno unos minutos para llevar a la mesa bien caliente, cortada en medallones y con el queso fundido en su interior.