
Esta técnica estimula las zonas erógenas, aumenta la sensibilidad y ayuda a lograr un mejor orgasmo; ideal para los que buscan innovar en la cama.
En el sexo, todo es válido siempre y cuando sea consensuado. Pero en muchos casos, donde las parejas están consolidadas se olvida de la creatividad al momento de la cama porque se cree que ya se probó con todo: las poses del kamasutra, los afrodisíacos y algún que otro disfraz sexual. Sin embargo, hay una nueva alternativa para que tomes apuntes y, si te interesa, la incorpores. Hablamos del tickling.
his gun still in his pants on the floor, her groan, his hand on her butt, them smiling like idiots & joking about taking off, him telling her not to get her phone, him tickling her, their laughs, the shoulder kiss 😭pic.twitter.com/FWxvCKPgwG
— barb (@halsteadaes) June 10, 2022
Ahora, bien, ¿en qué consiste? Es algo tan sencillo como hacer cosquillas durante el sexo. Pero no se trata de una técnica que busca que los participantes estallen en carcajadas, sino que el objetivo está puesto en estimular las zonas erógenas para aumentar la sensibilidad y, de esta forma, elevar las posibilidades de conseguir un mejor orgasmo.
Esta tendencia está siendo cada vez más popular en distintos países del mundo y, más allá de lo excitante que pueda resultar, tiene una justificación científica. El cosquilleo produce risa, algo que, a su vez, genera endorfinas, las cuales son sustancias que produce el cuerpo y que generan felicidad; en consecuencia, se estimulan las áreas del cerebro que se vinculan al goce y el deseo. Por esta razón los profesionales expertos en sexología sugieren que se incorpore, al menos, en la previa al acto sexual.