Una mujer privada de la libertad de 26 años alojada en una cárcel de la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, contrajo matrimonio este viernes con su pareja, una joven civil de la misma edad.
El casamiento igualitario se realizó en la Unidad 8 Los Hornos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) con la presencia de una jueza de Paz y del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, Julio Alak.
#LaPlata Se celebró un matrimonio igualitario en una cárcel de mujeres en La Plata. El casamiento igualitario en la prisión de Los Hornos contó con la presencia de la jueza de paz que llevó a cabo la ceremonia, y del ministro de Justicia y Derechos Humanos provincial, Julio Alak. pic.twitter.com/TuM5C8spa6
— Radio Capital 91.3 (@RadioCapital913) April 11, 2022
La ceremonia se llevó a cabo en el Salón de Usos Múltiples de la escuela de la cárcel, donde Mabel del Luján, la mujer privada de libertad, contrajo matrimonio con Gisella.
El evento trastocó la rutina diaria del establecimiento penal que desde temprano comenzó a recibir la visita de autoridades ministeriales, penitenciarias, del Registro Provincial de las Personas y familiares de las contrayentes.
Ya desde horas antes se comenzó a preparar un sector de la Escuela que ofició de cálido lugar para la ceremonia civil y luego para un ágape entre las cónyuges, sus familiares y compañeras.
Pasadas las 11, la jueza de Paz Andrea Pilar Giménez procedió a dar inicio a la ceremonia que reunió a las contrayentes y a las testigos, una compañera de Mabel, privada de libertad como ella, y a una de sus primas, que llegó con el resto de su familia.
Leídos los artículos de la Ley de Matrimonio Civil de rigor y luego de recibir la declaración de que quieren respectivamente constituirse en cónyuges y declararlas como unidas en matrimonio, todos los presentes estallaron en aplausos y allí surgieron las lágrimas de emoción, no solo de Mabel y Gisella, sino también de muchos de los presentes y de la jueza.
Al respecto, la magistrada expresó: “Si, fue muy emocionante por la historia de las chicas, después de doce años de estar unidas dieron por fin un sello a este cariño que se tienen. Ellas estaban muy emocionadas y fue muy bueno que la pueda acompañar tanta gente, la gente de la Unidad, el ministro Alak, sus familiares y la gente de Acceso a la Justicia. Fue muy importante para todos nosotros porque marca que es muy positivo el trabajo que llevamos adelante en todas las cárceles de la provincia”.