La Rioja: denuncias complican a funcionario de la secretaria de Justicia por abusar sexualmente de su nieta

Desde la querella sostienen que la niña, además de ser víctima de los abusos sexuales que se vienen denunciando desde el año 2018, es víctima de la violencia institucional ejercida por el poder judicial que la expuso a nuevos abusos por priorizar los derechos del denunciado a los de la denunciante.
Cabe resaltar que el hombre acusado, es funcionario de la secretaria de Justicia del Gobierno provincial. La víctima es una niña, la que actualmente tiene 6 años, pero que comenzó a manifestar síntomas de abusos a los 2. Y el acusado por los abusos sexuales es su abuelo, un hombre de 44 años, identificado como José Vergara.
La madre se llama Delfina Silva Zarranz, de 27 años, y su abogada, Elida Barrera, sostiene que es un acaso alarmante en base a los hechos consumados: “La niña, por disposición de la Justicia, pasa días con su padre y hace tres semanas fue abusada nuevamente por el abuelo”, explicó.
“Hemos denunciado al abuelo por el abuso y al padre por cómplice”, la letrada señala que la nena cuenda detalles que ubican al progenitor en el lugar de los hechos durante la ejecución de los abusos que se sostienen en el tiempo. De acuerdo a la abogada, existen evidencias físicas que corroboran los relatos de la niña, y a la madre relata que tras las visitas su hija le dice que el abuelo de nuevo le había hecho “cosas feas”.
Barrera explicó que la estrategia de los acusados es la que frecuentemente se utiliza para encubrir los casos de abusos intrafamiliares, cuestionar la salud mental de la madre, criminalizar cualquier intento de protección de su hija, apelar al falso SAP para desestimar los relatos de la niña son acciones que se pueden observar en el expediente de este caso, así como todos los casos de revinculaciones forzadas en la que los derechos de las infancias quedan supeditados a los intereses de los denunciados por abusos.
“¿Quién usaría a una hija con una denuncia de violación para hacerse conocida? Eso es un disparate”, agregó la abogada. “Los Vergara tergiversan todo. Mandan a los medios extractos de expedientes judiciales para ensuciar a la madre”, explicó Barrera.
“En la Cámara Gesell la niña dijo que ni bien llegaba a la casa de la madre, ella la bañaba y que le dolía la vagina. Y presentaron esa frase para argumentar que los abusos los efectuaba Delfina. Cuando en realidad la menor venía con los dolores de la violación desde la casa de su padre”, sumó la letrada.
Las secuencias de este caso son alarmantes. En diciembre de 2020 quedo asentado porque Matías Vergara no lograba materializar el cuidado de su hija, ya que cada vez que iba, con agentes judiciales y la policía, a retirarla de su centro de vida, la niña se resistía a ir y al ser ilegal llevarla a la fuerza, a pesar de tener legalmente el cuidado a su cargo, no lograba concretarlo.
Es por ello que en abril de 2021 interceptó a la niña mientras caminaba por vía pública de la mano de su abuela materna, llevándose a la menor a la fuerza en un episodio tan violento que termina en una denuncia de violencia de género contra el progenitor por las lesiones que padeció la abuela. Esta causa está estancada mientras la abuela debe ser intervenida quirúrgicamente por dicho episodio.
Tras esto la niña permaneció completamente incomunicada con su madre y toda su familia materna por orden judicial por 6 meses y recién en octubre de ese año pudo volver a lo que ella reconoce como su hogar.
La abogada considera que en el proceso judicial hubo graves errores y le apuntó también a funcionarios del área de Niñez y Adolescencia, sosteniendo que la impunidad del acusado ha estado siempre por sobre la necesidad de protección de la niña.
De acuerdo a la denuncia oficial, sufrió de manera frecuente distintas acciones de abusos sexuales que fueron escalando en el tiempo. Y desde la querella, que representa a Delfina, la madre de la niña, sospechan que por lo que la niña relata hasta existiría registro audiovisual de estos actos, y que vinculados a estos hechos aplican un recurso de recompensas y amenazas para silenciarla.
“Delfina vive encerrada y asustada. Teme por su vida y lo único que quiere es proteger a su hija”, aseguró Barrera. En una presentación judicial la abogada pidió el cese de las visitas de la niña con su padre, una pericia psicológica y psiquiátrica de José Vergara y Matías Vergara, una nueva Cámara Gesell y la detención del abuelo.
La justicia está en la mira. A pesar de dos sobreseimientos apelados que mantienen todas las causas abiertas, entre los que se encontraba como evidencia una bombacha de M. en la que hallaron semen, pero cuya muestra fue insuficiente como para identificar un ADN, la querella insiste en que habrían sido suficientes las evidencias para procesar al denunciado hace años.
Y a raíz de esto responsabiliza al sistema judicial por los hechos que se denuncian en las últimas tres acciones penales presentadas este año tras el cambio de querella. La causa la lleva adelante el Juzgado 1 y 2 de La Rioja.