Rodríguez Simón sigue prófugo en Uruguay y defendido por un ex fiscal de Corte
El ex fiscal de Corte uruguayo, Jorge Díaz, asumió la defensa del operador macrista y actualmente prófugo de la Justicia argentina, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón.
El ex asesor de Mauricio Macri es diputado en el Parlasur y pidió asilo en Uruguay en 2021 al entender que existía una “persecución” política. “No voy a volver a la Argentina hasta que cese la persecución en mi contra. Tengo temores fundados de que si lo hiciera, sería privado indebidamente de mi libertad, con peligro para mi seguridad personal, en el marco de causas judiciales amañadas como pretexto para encarcelarme”, dijo el operador judicial macrista en mayo de 2021.
¿Quién es el defensor de Pepín?
“Era un hombre del partido comunista, pero que vivió operando para el Departamento de Estado de los Estados Unidos”, cuenta Diario Hoy, sobre Jorge Díaz. Supo tener una gran amistad con Julissa Reynoso, la embajadora de los Estados Unidos durante los gobiernos del Frente Amplio. De hecho, su gran poder comenzó durante las gestiones de ese signo político. Cuando ingresó al Poder Judicial, a fines de los 90, fue juez del Departamento de Cerro Largo y allí fue el momento en que ingresó a la masonería.
Después de la caída de la URSS, el Frente Amplio se transformó en un partido progresista que funcionó como brazo operador en América Latina de las fundaciones de George Soros. Por lo tanto, pasó a formar parte de una operativa de la oligarquía internacional por izquierda.
Con el primer gobierno de Tabaré Vázquez, se cambia el discurso sobre los Estados Unidos y Jorge Díaz, ya como juez, acompañó esos vientos de cambio del progresismo uruguayo.
En determinado momento, Díaz llegó a una judicatura muy particular: el juzgado de crimen organizado. Este se encarga de manejar los delitos de corrupción en el Uruguay.
En ese lugar, comenzó a trabajar con el Ministerio del Interior y manejó un sistema de espionaje llamado El Guardián y, según cuentan, hizo espionaje comunicacional e interceptó correos y conversaciones telefónicas. Esto fue lo que le dio el gran poder a Díaz, porque de esta manera pudo espiar a todos los políticos ya “establecidos” y en ascenso del Uruguay.
“Él comenzó a desarrollar la estrategia J.E.Hoover (exjefe del FBI): al investigar a un político, se le conocen los muertos en el placard. Al conocerle todos los muertos a todos, el político que asciende no se mete con quien conoce toda su vida”, le cuenta una fuente política uruguaya a este medio. “Esa fue la técnica que desarrolló Díaz”, continuaron.
Gustavo Salle es un abogado y político uruguayo. Denuncia que a los funcionarios del Frente Amplio que él denunció por corrupción no les pasó nada, ya que Díaz junto a los fiscales, “archivaron las causas”.
“Yo presenté una denuncia contra el secretario general de la Presidencia de Tabaré Vázquez, Gonzalo Fernández Domínguez. Lo denuncié por actos de presunta corrupción y Díaz siendo juez archivó las denuncias fundamentadas y probadas”, cuenta Salle quien agrega que, “como favor”, Domínguez “lo retribuyó” poniéndolo al frente del Ministerio Público.
Jorge Díaz así se convierte en una persona que investiga lo que él o lo que el poder quiere investigar, “porque establece un sistema que le da competencia a la fiscalía general de lo que se investiga o no”.
Al haber estado a cargo del Ministerio Público, Díaz conoce a todos los jueces y fiscales del país, lo que hace que tenga un gran poder para defender a su cliente argentino que está exiliado de la Justicia argentina.
La situación de “Pepín”
La Justicia uruguaya analiza el caso de Rodríguez Simón luego de que la semana pasada resolvieran rechazar el pedido de asilo. El expediente, según informan fuentes periodísticas, es definido como “reservado”, y ahora Jorge Díaz decidió apelar el fallo.
En Uruguay aclararon que el proceso judicial del ex operador macrista será largo. Incluso agregaron que, de haber un nuevo fallo desfavorable a los intereses de asilo político solicitados por Rodríguez Simón, el argentino tiene decidido ir ante organismos internacionales para intentar lograr su cometido.