Política
El regreso de los muertos vivos

El criminal Amado Boudou apareció desde la sombras para sumarse a los ataques kirchneristas

Boudou engrosa las filas kirchneristas y apunta a Guzmán y a su acuerdo con el FMI. (Dibujo: NOVA)

En medio de los ataques al gobierno, apareció también a pronunciarse contra el ministro de economía, Martín Guzmán, el criminal Amado Boudou, que se sumó a las filas kirchneristas sin mucha controversia por parte del bloque.

"Sin cambios estructurales es difícil que se avance", se pronunció Boudou con respecto a las medidas económicas de Guzmán para palear la crisis económica y tranquilizar al Fondo Monetario Internacional (FMI).

En declaraciones radiales, se mostró en sintonía con el sector kirchnerista del Gobierno que presiona sobre el Ministerio de Economía y diversos ministros del ala albertista.

El ex vicepresidente de la Argentina dijo también que "si tenés 10 puntos de crecimiento y sacaste solo el 4 por ciento de la pobreza, es porque en la base del modelo hay un problema distributivo", y aprovechó para criticar duramente a Alberto Fernández y a su equipo.

Además, el ex funcionario tildó la labor de Guzmán como "mala" y criticó la política tarifaria, en momentos en que el actual ministro de Economía busca que se aprueben incrementos en los precios de la energía, en base a un esquema de segmentación.

La revisión de los subsidios a la energía y la suba de las tarifas es una de las condiciones que negoció Guzmán para destrabar el acuerdo de refinanciación de la deuda externa con el FMI, convenio que en su momento el kirchnerismo cuestionó duramente y votó en contra en ambas cámaras del Congreso nacional.

Días atrás, Boudou ya había sido implacable en su crítica a Guzmán, al señalar que no le daba "ninguna alegría que al ministro de Economía le tomen examen los dueños del sistema". En su exposición, Boudou lamentó que pese a haberse "triplicado la productividad del trabajo" los salarios estén "estancados", toda una señal de que "alguien se está llevando esa diferencia".

Los amigos de Boudou hoy reconocen que el "perdón" de la vicepresidente tiene que ver con todo este proceso, y la necesidad del kirchnerismo de sumar más aliados en su amotinamiento contra el presidente Alberto Fernández.

Además, es un juego político donde las fichas comienzan a ubicarse en el tablero. Mientras tanto, Fernández anuncia su intención de postularse para 2023 y Cristina Kirchner le muestra la espalda para buscar a alguien más, quizás más adecuado a los antojos políticos que ella pretende.

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