
La falta de deseo sexual es motivo de consulta cada vez más frecuente en los consultorios psicológicos, y preocupa tanto a hombres como mujeres, ya que afecta sensiblemente el bienestar de la pareja.
Según expone la especialista Alessandra Rampolla, el deseo sexual inhibido o hipoactivo es el bajo nivel de apetencia e interés a partir de la dificultad para iniciar o responder a la iniciativa de la actividad sexual en la pareja. Esta condición puede ser primaria (cuando la persona a lo largo de su vida nunca ha sentido mucho interés o deseo sexual) o secundaria (cuando antes tenía deseo sexual, pero ya no lo tiene).
También es una batalla ganada si tengo sexo con mi pareja porque verme tan fea, no gustarme a mi misma, me baja la libido hasta el subsuelo.
— Agus (@Damianoook) April 11, 2022
¿Por qué disminuye el deseo? Al igual que con otras dificultades sexuales, el origen de este problema puede ser tanto orgánico como psicológico.
Factores físicos
-Desbalances hormonales: pueden afectar a la mujer, aún antes de la menopausia.
-Embarazo: después del embarazo, también puede haber cambios en el apetito sexual, particularmente durante el período de lactancia.
-Problemas de tiroides.
-Drogas y/o alcohol: producen un efecto nocivo que usados frecuentemente, u ocasionalmente en grandes cantidades, son inhibidores de deseo sexual.
-Fármacos: medicamentos para la depresión, la ansiedad, y el colesterol (los fibratos) así como los betabloqueantes, anihipertensivos, y los diuréticos, entre otros. La verdad es que no todos los médicos, por variadas razones, les avisan a sus pacientes sobre posibles consecuencias sexuales que un medicamento podría tener, así que es recomendable preguntar.
Factores psicológicos
-Enseñanzas sobre la sexualidad negativa y moralistas.
-Miedo a perder el control: muchas mujeres temen a las consecuencias de disfrutar plenamente de su sexualidad.
-Miedo al embarazo: el no estar utilizando un método anticonceptivo seguro y confiable resulta para muchas en incomodidad y ansiedad.
-Preocupaciones por la imagen corporal o incomodidad con tu figura o aspecto físico.
-Falta de atracción de su pareja por diversos factores (falta de higiene, mal aliento o desprolijidad).
-Sentimientos de vulnerabilidad emocional.
-Depresión: mientras algunos antidepresivos disminuyen la líbido, el cuadro depresivo en sí mismo también reduce el interés sexual.
-Cambios en el estilo de vida (matrimonio, nuevo trabajo, mudanzas, hijos).
-Conflictos matrimoniales: si la relación sentimental no está funcionando bien fuera de la cama, tampoco podrá funcionar bien en la intimidad.
-Reacciones o experiencias desagradables durante el sexo.
¿Cómo recuperar apetito sexual?
Lo primero es comenzar reconociendo que existe un problema y que queremos dejarlo atrás, y no restarle importancia al impacto negativo que puede tener en tu relación de pareja.
Es un problema muy manejable cuando se trabaja de la mano de un sexólogo o psicólogo clínico que se especialice en el área de la sexualidad.