Salta: la Secretaria de Gobierno de la Municipalidad ya piensa en las elecciones y otro cargo quizás
La ex concejal hoy devenida en secretaria de Gobierno de la Municipalidad capitalina, volvió a pisar las calles después de meses de actividad oficinesca. En esta ocasión, lo que causó que la ex isista saliera de las comodidades del CCM fue la copiosa lluvia que cayó en gran parte de la provincia, y que causó que familias de distintos asentamientos tengan que ser evacuadas o asistidas en sus hogares.
Al mejor estilo de Cristina Fernández cuando se vistió de pobre en 2009 y visitó la castigada ciudad de Tartagal que había sufrido los embates de un alud que arremetió contra humildes viviendas, la funcionaria “pegó” botas de hule y salió a recorrer las zonas afectadas por la lluvia. Hace más de una década, la entonces Presidenta de la Nación fue un poco menos estrafalaria a la hora de recorrer las zonas inundadas; Frida Fonseca, en cambio, lo hizo con una gabardina clásica estilo británica, que desentonaba con la pobreza extrema de las mujeres que amablemente le abrieron las puertas de sus hogares.
Frida llegó a la zona sureste de la ciudad la noche del jueves 10, a más de 24 horas de iniciada la tormenta que, tan solo en sus primeras horas, ya había causado estragos en casi 100 familias que debieron ser resguardadas en dispositivos como un centro vecinal, o un DIAT. Al parecer, a regañadientes la funcionaria tuvo que dejar su hogar para dirigirse hasta uno de los tantos asentamientos que tiene hoy la provincia. Ya en el lugar, acompañada por una puntera que oficializó las veces de asistente, de bomberos voluntarios quienes oficiaron de guardaespaldas de la funcionaria, y un “fotógrafo” con un teléfono celular para documentar todo acercamiento que tuviera Fonseca, procedió a escuchar las quejas de los vecinos y a tomar nota de lo que decían.
A muchos llamó la atención esta salida de la ex concejal hacia zonas desfavorecidas, sobre todo porque es muy difícil verla salir del centro de la ciudad hacia otros puntos que no sean la parte norte de Salta, donde reside desde hace unos años. Salvo la escapada de fin de semana al río Wierna o algunos paseos en el Parque del Bicentenario, es muy difícil ver a la funcionaria lejos de los pasillos del CCM. Lo más alejado, aunque de lo más visitado también por Fonseca, es el Centro Cívico Grand Bourg, lugar al que aspiró desde la gente le dio la espalda a ella y a su lista en agosto pasado, cuando no logró ingresar a la Cámara de Diputados acompañando a Juan Esteban Romero. De hecho, y no es un secreto ni mucho menos, Fonseca dudó en aceptar el cargo que le fuera ofrecido en la Municipalidad de Salta teniendo la esperanza de que el llamado desde el ejecutivo provincial llegara, lo que finalmente no ocurrió.
Lo que Fonseca y su “equipo” no tuvieron en cuenta, es que las imágenes que subió ella misma a sus redes sociales tras compartir la tarde con los “pobres” de zona sureste, causaron mucho malestar en propios y extraños. Hay quienes, sabiendo de las pretensiones de la funcionaria de aspirar el año que viene a una banca a nivel provincial (algunos aventurados dicen que ya habría exigido encabezar una lista para el Congreso de la Nación), aseguran que ya empezó su campaña 2023, sacándose fotos haciendo cual ridiculez se le ocurra. Entre estas últimas están, por ejemplo, posar en medio de donaciones que ella ni gestionó, chocar los puños con cuanto niño se cruce enfrente, cruzar el charco más grande que haya para dar más dramatismo, o tomar la merienda de gente que apenas si consiguen para el pan día a día. Obviamente, tras esa noche, ningún barrio volvió a saber de ella.
