El cuidado del impacto ambiental tiene un nuevo correlato en la moda y se llama slow fashion
También llamada moda sostenible, es una tendencia que busca el equilibrio y la sostenibilidad en accesorios y prendas, como así también la protección de los trabajadores del sector, el suelo y los animales.
El Slow Fashion, o moda sostenible o moda ética, es una parte de la filosofía del diseño y tendencia de la sostenibilidad. El objetivo es crear un sistema que pueda ser apoyado indefinidamente en términos de ambientalismo y responsabilidad social. La industria textil y de la moda es una de las que más contamina el planeta, lo que invita, y obliga, a un cambio urgente en los materiales, procesos y comercialización de la industria.
“La idea de este movimiento -explicó Patricia Doria, Coordinadora Área Moda y Tendencias en Universidad de Palermo- es la reducción del impacto ambiental, la protección de los trabajadores del sector, el suelo y los animales”. Según explica Doria, el secreto para sostener “los valores éticos de una empresa de indumentaria a largo plazo es ser transparente, es tener un producto deseable”, esto quiere decir, un producto que responderá a una demanda y que, a pesar de tener un precio elevado, el cliente sepa que es un producto de calidad y que los potenciales clientes lo quieran comprar.
En su libro, Política de las apariencias, Susana Saulquin escribe que la importancia del diseño sustentable se afianza cada vez más entre los creadores independientes, “con producciones basadas en la ética y en la responsabilidad social”. Explica que la flexibilidad que hay al fabricar pequeñas series facilita la incorporación de nuevos cuidados, “mientras que se dificulta para las grandes marcas masivas con largas series o para aquellas producciones con tecnologías incorporadas. En realidad, las marcas masivas están configuradas desde una organización de producción acostumbrada a privilegiar la cantidad por sobre la calidad y los beneficios económicos por sobre otra razón.”
El Slow Fashion es lo contrario de la moda rápida. La idea es generar conciencia sobre lo que consumimos, de dónde viene, cómo se produce y que sea perdurable en el tiempo: prendas de mejor calidad, trato justo de las personas, los animales y el planeta a lo largo del proceso y de moda atemporal.
“Las empresas que se adhieren a este movimiento tienen como capital importante: la información. Por esta razón deben hacer un trabajo de educación para el futuro consumidor, para que pueda entender la diferencia de precio y que por ese motivo es un artículo de lujo”, señaló Patricia Doria.
Pilar Dalbat apuesta en su nueva colección por la “slow Fashion” y la moda de autor a través de pantalones de lana virgen, crêpes y metalizados bordados a mano con metacrilato y cuentas de cristal, sudaderas de neopreno y bufandones bordados a mano. #MBFWMadrid pic.twitter.com/dYIKBBpTsC
— MBFWMadrid (@MBFWMadrid) March 14, 2022