Editorial
Internas en un Gobierno terminado

Se sacan los ojos entre ellos y no dejan pasar nada

Entre préstamos y renuncias, Alberto Fernández, Martín Guzmán y Máximo Kirchner no tienen una sola pausa. (Dibujo: NOVA)

¡Qué lío, Alberto Fernández! Cuando el Presidente esperaba un escenario de transitoria y silenciosa paz, tras llegar a un arduo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se le reveló la tropa y sacaron a relucir todas las internas que hay en el Frente de Todos.

Desde 2019, se sabía, que el frente peronista estaba atado con alambre. Por un lado, el kirchnerismo puro con La Cámpora a la cabeza; por otro, el justicialismo tradicional; tercero, el massismo y el albertismo, estos últimos 2 más aliados; sotros varios resquebrajados sectores, como los intendentes bonaerenses, las organizaciones sociales, los gremios, entre otros.

Un caldo de cultivo que mostró cierta paz hasta 2021, cuando estalló todo por la caída estrepitosa en las PASO legislativas que activó un cambio de cara para el gobierno nacional, con la remoción de varios ministros y funcionarios. Un cambio de Gabinete alentado por Cristina Fernández de Kirchner, que golpeó fuerte la mesa y dejó debilitado al máximo mandatario.

La tensión siempre fue entre el sector K y el de AF, donde los primeros ven de reojo al Presidente por “tibio” y conciliador, algo que no debería sorprender: Alberto Fernández siempre fue eso y, por eso mismo, Cristina lo eligió.

Pero la política actual del oficialismo no parece tener consensos: tampoco camaradería, ni corrección política. Cualquier “4 de copas” contradice al propio Presidente, pero ahora no fue un “4 de copas”, fue Máximo Kirchner, portador de un apellido con peso y líder de La Cámpora.

Día tras día, los trapitos se fueron sacando al sol. Primero, por ejemplo, se metió en el barro Aníbal Fernández, quien defenestró a Máximo: “No puede haber cuarenta cabezas, hay una sola y está pensando en llevar las cosas de una determinada manera. ¿No te gusta? Y bueno, esperemos a la próxima cuando vos seas Presidente”, lanzó tajante como siempre.

En contrapartida, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, encarcelado por corrupción, bancó al hijo de la vicepresidenta: “Me parece muy correcta la renuncia de Máximo. Néstor (Kirchner) hubiera hecho lo mismo, tal vez lo hacía antes”, dijo.

Además, por si quedaban poco claro las internas, De Vido aclaró su relación con CFK: “No tengo que hablar con ella. Con Máximo sí hablo de vez en cuando y tengo algún intercambio. No es que yo esté totalmente desconectado del gobierno, pero mi relación personal está terminada con Cristina, por lo cual políticamente es muy difícil de pensar en el futuro o en términos de retomar la charla”, declaró, enojado por su situación procesal que desde el gobierno no le tendieron ninguna “manito”.

Para sumar más lodo al barro, la ex diputada kirchnerista Fernanda Vallejos, salió a matar al Presidente y anticipó una derrota electoral: “Si antes de firmar el acuerdo, con el FMI en la nuca, ya perdimos históricamente en el 2021, la derrota en el 2023 con este acuerdo está con altísima probabilidad asegurada”, dijo.

“Hay ajuste, y el que diga lo contrario está mintiendo”, agregó Vallejos porque “el FMI siempre impuso sus condiciones como lo está pretendiendo imponer en este momento, arrancando por un ajuste de 0,8 puntos del déficit respecto para este año”.

“No comparto esa posición de que los trapitos se lavan en casa, cuando el peligro es grande hay que hacer partícipe de las decisiones profundas al pueblo”, amplió en su descargo bancando a Máximo.

Por otra parte, no solo fue el líder camporista el que presentó su renuncia, también siguió sus pasos la vicepresidenta del bloque, Cecilia Moreau, quien cruzó a Martín Guzmán: “Tendría que haber venido al bloque a dar explicaciones porque yo siento que en el Congreso es donde mejor funciona el Frente de Todos”, dijo y agregó: “No tuvo el tiempo o la dedicación que tendría que haber tenido para conversar con el bloque”.

Mientras tanto, el principal responsable del acuerdo con el FMI, el ministro de Economía, salió a bancar la parada con ese tono cansino que lo caracteriza: “Nadie en nuestro espacio político puede estar contento con que el FMI esté en la Argentina, pero lo que se hizo es todo lo que se pudo hacer” ya que fue “una alternativa razonable”, cerró el tema con una tibia defensa a su favor.

She don’t lie, she don’t lie, she don’t lie: ¡cocaine!

“Ella no miente”, decía Eric Clapton en su clásico tema Cocaine al referirse a esa droga adictiva. Algo que sale a colación del escandaloso hecho narco que le quitó la vida a más de dos decenas de jóvenes en el Conurbano bonaerense, la última semana y que, nuevamente, mostró la hilacha del gobierno.

Como la mayoría sabe, un narco presuntamente adulteró la sustancia y esto provocó un centenar de internaciones por intoxicación y varias muertes. Pero más allá de eso y retomando con el tema principal (las fuertes internas en el Gobierno) se pudieron ver nuevos chispazos entre los funcionarios oficialistas.

Sergio Berni tuvo una declaración polémica y quizás desafortunada que despertó memes, críticas y tendencia en redes sociales: “Quienes compraron droga en estas últimas 24 horas tienen que descartarla", dijo insólitamente, cuando él debería luchar contra el narcotráfico los 365 días del año.

Cualquiera esperaba que la oposición (por ejemplo, Patricia Bullrich) saliera a criticar a Berni, pero no: fue Aníbal Fernández, ministro de Seguridad nacional, quien se burló de su colega y “compañero” de espacio, aunque de compañerismo no parece haber nada entre ellos. Otra vez, los trapitos salieron al sol con un simple meme en Twitter, que luego fue borrado con el correspondiente pedido de disculpas.

Recordemos que la interna en las carteras de Seguridad no data del 2022, sino desde 2019 cuando Berni se enteró que no iría a Nación y que “su” lugar correspondía a Sabina Frederic. Este se cansó de defenestrar a la ex ministra de Alberto en cuanto estudio de televisión se cruzaba e, incluso, desafió al propio Presidente en vivo y directo.

Ahora todo es raid narco-delictivo volvió a exponer esas diferencias entre los ministros, en este caso Aníbal Fernández. Con cara de pocos amigos, Berni lo cortó en seco: “No me causa gracia”, dijo sobre el meme que publicó y más aún cuando, por esas horas, se estaban muriendo decenas de bonaerenses.

Esto no es otra muestra de lo que se vivió la última semana: el Frente de Todos parece ser un hervidero más que nunca, con tironeos de acá y de allá, con referentes de la política oficialista (“compañeros” antes de las elecciones) que ahora se sacan los ojos entre ellos.

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