Luego del desastre ambiental que atraviesa no solo a Corrientes, sino a muchas otras provincias, donde hubo o hay focos de incendios forestales como Río Negro y Neuquén, entre otras, quedó en claro la ineficacia e ineptitud del Ministerio de Ambiente y todo el Gobierno nacional.
En este marco, el presidente Alberto Fernández llegó tarde (el pasado viernes) a Corrientes para recorrer las zonas afectadas, con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, cuando la problemática comenzó bastante tiempo antes. Eso sí, el mandatario no faltó para la foto.
Pero esta crítica ya no es exclusiva de sus opositores, sino que hasta los propios funcionarios kirchneristas la deslizaron de forma pública dejando de lado la camaradería y corrección política, lo que deja entrever la feroz interna que hay en el Frente de Todos.
Fue específicamente Sergio Berni, ministro de Seguridad del gobernador Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires, quien fue muy tajante con la clase política, que no tomó real conciencia por la situación: “Es de inoperante, miserable e insensible no ir a los incendios de Corrientes”, dijo. ¿Un mensaje para Alberto?
"El Presidente no sé qué tiene que hacer. Yo sé lo que fui a hacer yo. El resto que se haga cargo de sus acciones o de sus omisiones. Ayudar a las provincias es obligación del Gobierno nacional", agregó Berni.
De todos modos, el propio ministro bonaerense fue por la foto. En Corrientes estaban sorprendidos porque un equipo audiovisual lo seguía más que su sombra y los drones sobrevolaban las zonas afectadas y no le quitaban la marca de encima a Berni. Claro, está intentando ponerse el traje presidenciable para 2023. Al menos, dará pelea en el armado.
Hace una semana atrás, Berni lanzaba en una entrevista: "Nuestra presencia acá molesta porque deja en evidencia a inoperantes, insensibles y, por sobre todas las cosas, a los que son miserables” y agregó que "cualquiera se puede equivocar, pero el peor de todos los pecados es equivocarse por no hacer. Nosotros estamos acá desde el viernes trabajando".
El mensaje apuntaba no solo a Alberto Fernández sino también a su ministro de Ambiente, Juan Cabandié, quien quedó en el centro de las críticas por su inoperancia y pasividad. Esto desató múltiples renuncias en su cartera y la designación de la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, como nueva secretaria de Cambio Climático.
Pero el problema viene de más arriba, desde la designación de Cabandié en un área en la que no tiene idea alguna, ni experiencia. Cuando fue diputado nacional jamás presentó un proyecto vinculado al medio ambiente.
“Funcionarios que no funcionan”, dijo Cristina Kirchner, en su carta abierta después de las PASO, que significó un cachetazo para el Frente de Todos y que fue el principio del tambaleo de Alberto Fernández en la Casa Rosada, quebrado políticamente y con una fuerte interna.
Así se puede nombrar a varios más, por ejemplo, Daniel Filmus frente al Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuando no podía explicar algo fundamental por estos días como es la producción nacional de una vacuna contra el Covid-19. Roberto Salvarezza parecía estar más empapado en el tema, pese a que Filmus estuvo en ese mismo lugar durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Otro ejemplo fue el abogado Nicolás Trotta, quien estuvo frente a la cartera de Educación, más allá de que tenga vínculo con la academia (fue rector de la UMET), los conocimientos docentes son materia más compleja. Su paso frente al Ministerio fue totalmente intrascendente.
Pero volviendo a lo principal, el desastre ambiental, la Argentina y el mundo atraviesan un cambio climático grave: bajante en los ríos más caudalosos como el Paraná, emergencia hídrica y sequías en varias provincias, el fracking, la explotación petrolera offshore, la megaminería a cielo abierto…
Todo contribuye a una situación ambiental sin precedentes en el país que precisa, ni más ni menos, de funcionarios que funcionen, que se pongan la camiseta y trabajen día y noche, pero no para las cámaras, sino para la gente.
Hoy contra los incendios, mañana por la inflación, pasado contra la pobreza, entre tantos otros y numerosos líos que tiene el país. Sin embargo, el Gobierno nacional parece estar lejos de aportar soluciones.