Sin ataduras: liberado del kirchnerismo, Berni se abre a un horizonte propio

“Yo me fui del kirchnerismo. Me fui con dolor y tristeza. Respeto la figura de Cristina Kirchner, que es la única dirigente que tiene en la cabeza un modelo de país, que a uno le puede gustar o no gustar. Pero a mí nunca me van a encontrar criticando a Cristina, aunque creo que llegó el momento de cortar el cordón umbilical”, fueron las declaraciones de Sergio Berni que confirmaron “un educado portazo” a tres décadas de militancia y gestión en las huestes de Néstor Kirchner y Fernández de Kirchner.
“Berni es un particular, un político de gestión, único, que de boludo e improvisado no tiene nada”, sin rodeos, así respondieron NOVA allegados al ministro de Seguridad bonaerense tras su sorpresiva partida del kirchnerismo.
Acaso teniendo en cuenta el reconocido perfil sectario del kirchnerismo, e incluso aún más de La Cámpora, donde las rebeldía “se pagan al contado: con ostracismo”, entonces, el interrogante es: ¿Berni podría ser apartado de la gestión?
A priori no, ni por mandato de la cúpula del gobierno nacional, ni menos aún por decisión de la administración provincial que lo tiene como uno de sus funcionarios más eficaces y mayor alto perfil.
Primero, en cuanto a la Casa Rosada, se evaluó ante esta agencia: “Si no lo hicieron antes, al cruzarse fuerte directamente con el Presidente y Máximo Kirchner, o los mano a mano con Sabina Frederic y Aníbal Fernández (sus pares nacionales en la actual gestión del Frente de Todos, porqué lo harían ahora?”
Y es válida esa conclusión si se tiene en cuenta que el albertismo ya busca de cara al 2023 un despliegue político propio que lo independice un tanto del núcleo de poder concentrado que tiene el kirchnerismo en la coalición del FDT. “Capaz que la decisión de Berni es hasta funcional a la consolidación de un albertismo, ¿por qué no?”, se especula.
Y en cuanto a la Provincia y Axel Kicillof, menos aún. Desde el entorno del gobernador lo aclararon sobre la marcha apenas Berni lo dijo: “No se va”. Al tiempo que desde la órbita del ministro, en ronda de consultas de esta agencia, enfatizaron en la misma línea: “Imposible. Son funcionales uno al otro, socios políticos”. A lo que agregaron: “Que por una orden (improbable), Axel le pida la renuncia es más un problema para él que para Sergio”.
El armado y los senderos
Hay una realidad y es que Berni mide. Y mide bien: los sondeos “más austeros” le dan entre 15 y 20 puntos. Ahora bien, a esto, además cuenta con verdadero armado territorial. Con mayor o menor estructura de base, hace tiempo que armó en muchas provincias y en los 135 distritos que conforman la provincia de Buenos Aires.
Consultados sobre los senderos políticos que se le abren a futuro, nadie en el entorno del ministro arriesga o confirma un concreto objetivo final, pero la realidad es que mantiene hace tiempo vasos comunicantes con los referentes peronistas de Cambiemos (acaso Diego Santilli, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro), así como excelente vínculo con el peronismo puro o del kirchnerista no afín a La Cámpora.
“Sergio absorbe de todos lados”, confirmó a NOVA un funcionario a sus órdenes, agregando: “En la actual polarización, cosecha la adhesión de los votantes agotados de Mauricio Macri y CFK, así como del sufragio derechista que carece de líder”.
“Decidí apartarme de ese espacio político al cual quiero y respeto y al que pertenecí durante 33 años. Le di más de la mitad de mi vida, pero uno a veces tiene que tomar decisiones, tiene que cortar el cordón umbilical”, fundamentó Berni al dar su conocer su alejamiento, dejando en claro que ya nada lo ata al kirchnerismo puro y ya todos los caminos políticos le son posibles.