En las últimas horas de este lunes, al confirmase en off un inminente encuentro entre el presidente Alberto Fernández con el diputado nacional y heredero presidencial en el paso de esta semana, a fin de acordar la convivencia total o límites de parte, las huestes kirchneristas bajo la mampara de la agrupación “juvenil” temen perder terreno y poder de manejo. Necesitan definiciones en cuento a los compañeros de gobierno, a las pautas a seguir.

Estas desconfianzas y recelos entre los dirigentes de La Cámpora y con el resto de sus pares del espectro Frente de Todos, hacen mella a diario en todos los ámbitos de poder oficialista.

La excepción no es el cuerpo de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, donde tras ser repartidas las autoridades de cámara y de bloques en diciembre tras la renovación de bancas, aún restan las titularidades de la estratégicas comisiones parlamentarias.

Y acá los ojos se posan sobre “el pibe retorno”, el actual titular de la bancada del Frente de Todos en Diputados bonaerense, el olavarriense César Valicenti, de estrecho lazo con Máximo Kirchner.

De trayectoria legislativa, aunque novato en el manejo de un bloque parlamentario, sus pares desconfían que pueda lidiar con las necesidades de cada una de las huestes de la coalición oficial al momento de negociarse las autoridades de las comisiones parlamentarias.

Es que desde el propio seno del bloque confiaron a NOVA que temen de "el tipo de manejo" que busque imponer Valicenti al bloque.

“En unos días se definen los cargos en las comisiones y no es lo mismo si La Cámpora está fuerte o queda debilitada, porque eso cambia toda la relación de fuerza dentro del Frente”, confió un massista, con firma crucial parlamentaria, a esta agencia

“No es lo mismo ahora que Máximo plantó malestar o distancia en el Frente, que a fin de año cuando acá se rosqueó para que fuera el presidente de bloque”, confió uno de los pares de Valicenti sobre el olavarriense, de quien todos le desconfían “un tanto” los pasos que pueda dar a favor del conjunto.

A lo que cerró: “Lo que se defina de la reunión de Máximo con Alberto es la llave que lo definirá todo. En el bloque hoy nadie confía en ninguno. Será paz o mierda”.

En fin, el oficialismo de Diputados desconoce si adviene un conflicto interno, una suerte de guerra emancipadora dentro de la coalición, o un fuerte amalgamiento para el fuera.

Del café de Máximo y Alberto depende la convivencia... mientras tanto todos desconfían de un tal César, de “el olavarriense de los retornos”.-