Una clave fundamental es hacer el ejercicio de diferenciar lo que es una fantasía de lo que en efecto se quiere realizar. Las prácticas BDSM son más frecuentes de lo que se piensa: un lenguaje peyorativo, un “chirlo”, una presión en la piel, una mordida, un tirón de pelo o pellizcar fuertemente los pezones son prácticas sádicas.
Todo depende de la intensidad y de la frecuencia con la que se realizan estas prácticas que son siempre consensuadas y entre personas adultas.
Sadomasoquismo (SM): Uso consensuado de dominación o dolor para provocar estimulación sexual en las actividades sexuales. Quien realiza la acción “sádica” domina o inflige dolor. Mientras que la persona “masoquista” es sumisa o receptora de agresiones. pic.twitter.com/uaEpZcvrOF
— Regina Educa 👩🏻🏫 Sex Educator (@reginaeduca) February 1, 2022
El sadomasoquismo proviene de la combinación de dos conceptos:
- El sadismo, que está asociado a un escritor llamado Donatien Alphonse François de Sade, conocido como el Marqués de Sade, que vivió en Francia, en el siglo XVIII. Fue un escritor y filósofo de inusitado talento, cuya obra, durante siglos, fue considerada como subgénero pornográfico.
- El masoquismo, término que proviene de Leopold von Sacher-Masoch, un escritor austríaco del siglo XIX, cuya obra más conocida fue "Venus en cueros" (Venus in Furs), en la que se describe la consecución del placer sexual a través del sufrimiento físico.
En el comienzo del siglo XX, en 1886, Richard Von Kraft (1840- 1902), escribió el primer libro dedicado únicamente a “perversiones sexuales”, titulado Psychopathia sexualis. Freud también se interesó por el masoquismo, le resultaba enigmático el goce en el displacer desde la lógica de la economía libidinal.
Distingue el problema económico del masoquismo (1924) entre tres tipos: el femenino, el erógeno y el de la conciencia moral. También pensaba que estas preferencias sexuales se debían a causas infantiles.
En aquella época, las conductas de “sadomasoquismo” indicaban que la persona tenía un problema patológico, es decir, tenía la necesidad de tener el control, infligir dolor para sentir excitación y eventualmente llegar al orgasmo, o al contrario sentían que al ser golpeados, azotados, humillados, dominados conseguían llegar al máximo placer.