El recuerdo del exilio de Juan Domingo Perón en Panamá y su primer contacto con la Resistencia
La enorme presión del Gobierno argentino, obligó a que Juan Domingo Perón decidiera mudarse a Villarica, una pequeña localidad del interior. Un mes después, Paraguay le pidió que se fuera. Y el 2 de noviembre, partió en avión rumbo a Nicaragua, sin un destino claro. Finalmente logró asilo en Panamá y se instaló en la ciudad de Colón, donde fue acogido por el alcalde local, que era un panameño simpatizante del peronismo.
Allí vivió primero en el Hotel Washington y luego en un modesto chalecito cedido por la municipalidad. En ese lugar conoció a María Estela Martínez. Escribirá el libro “La fuerza es el derecho de las bestias” y la Guardia Nacional desbaratará un par de intentos de atentados contra su vida.
- 1963 Thursday: President John F. Kennedy and his wife, Jacqueline, arrived in San Antonio, Texas, which was the start of their ill-fated two-day tour of the Lone Star State culminating with his assassination in Dallas.
— ChefLilahPaulikovich (@ChefLilah) November 21, 2021
Le hizo vender el auto al ex embajador en Panamá Carlos Pascali. Para comer Perón se las rebuscaba en un restaurante del pueblo haciendo “presencia” (lo que hacen los famosos hoy) sentarse con sus acompañantes en una mesa visible, sonreír y sacarse fotos con los clientes, a cambio de no pagar la cuenta.
Obviamente en este lejano rincón del mundo las comunicaciones con nuestro país eran muy dificultosas. Los teléfonos de larga distancia se grababan. La correspondencia era abierta. Se trasladaban cartas en mano. Y se usaba la vía Santiago de Chile para triangular las cartas; allí contaba con la fidelidad de la senadora María de la Cruz Toledo y la poetisa Blanca Luz Brun.
Un actor principal de este proceso fue el propio Perón, que desde el exilio intentaba controlar la evolución del peronismo en su ausencia. En enero de 1956 había enviado unas "Directivas Generales para todos los Peronistas", en que se mostraba propenso al ejercicio de la violencia como método, y a luchar con la dictadura mediante la resistencia pasiva hasta que se debilite y nuestras fuerzas puedan tomar el poder.
El trabajo a desgano, el bajo rendimiento, el sabotaje, la huelga, el paro, el desorden, la lucha activa por todos los medios y en todo lugar debe ser la regla. Sin esta preparación la revolución social no será posible a corto plazo, porque la tiranía sólo caerá por este medio; luego, es necesario incrementarlo 10 veces más cada día.
Siendo la finalidad básica la revolución social, todos los demás objetivos deben subordinarse a esa finalidad. La conducta de cada obrero estará fijada cada día en lo que pueda hacer para derribar a la tiranía e imponer el Justicialismo integral y absoluto por la forma más rápida y definitiva.
Ese mismo año, Perón editó en Santiago de Chile el primero de sus libros del exilio, La fuerza es el derecho de las bestias, en que justificaba la acción política de su Gobierno y tachaba de cinismo la pretensión de la dictadura de calificar su gobierno como una dictadura, cuando la única fuente de poder militar eran las armas.
Vale recalcar que "El General" se encontró exiliado del país tras haber sido derrocado en el mes de septiembre del año 1955. 1 hasta el 17 de noviembre de 1972, cuando regresó brevemente luego de ser autorizado por la dictadura gobernante.
Durante su exilio, no solo estuvo asilado en Colón (Panamá), sino también en Paraguay, Nicaragua, Venezuela, República Dominicana y España; en este último país pasó 12 de los casi 18 años que estuvo exiliado, mayormente en una quinta ubicada en cercanías de Puerta de Hierro en Madrid, lugar que se constituiría en un punto clave de la política argentina en ese tiempo.
Ante todo lo referido, queda muy en claro que esa fue la preparación de la vuelta de Perón al poder, mediante diversas estrategias. Amén de haber conocido a su tercer amor, quien luego fue un punto eje en la historia para lo que decantó en el Proceso de Reorganización Nacional.