Esta luna llena completa un ciclo que empezó hace seis meses, más precisamente el 4 de julio, cuando tuvimos la luna nueva en Cáncer bien aspectada con Urano.

Entonces durante este ciclo tuvimos un despertar de consciencia muy liberador que nos dio la oportunidad de cuidar nuestra sensibilidad y nuestro niño interior despegándose de emociones, actitudes y relaciones que nos hacían daño.

Nos liberamos de etiquetas obsoletas que ser sensible es ser débil o ser cariñoso es ser dependiente, como también que amar es sufrir o soportar a un verdugo. Obviamente, el camino no ha estado siempre lleno de pétalos de rosas, pero lo importante es el despertar de conciencia hacia nuestra parte sensible.

Llegando la luna llena, las emociones estarán a flor de piel. Nostalgia por el pasado, la familia, la patria, los viejos tiempos, nostalgia también por la vida o nostalgia sin motivo alguno será unos de los sentimientos predominantes. Las ganas de amar y proteger como también de ser amado y protegido nos harán selectivos con nuestro entorno: los que corresponden a nuestras necesidades emocionales se convierten en nuestra familia y a los que han sido castradores y verdugos, se les cierra la puerta de nuestro corazón.

La oposición de la Luna en Cáncer con el Sol en Capricornio puede traer revelaciones fuertes que nos ayudarán a elegir donde queremos estar y que queremos hacer.

Eso puede conllevar conflictos con gente de poder, ya sea nuestro jefe, nuestros padres autoritarios, incluso nuestra pareja si tiene una actitud castradora. Por otro lado, puede potenciar las relaciones de afecto. El amor puede resultar curativo ayudándonos a sanar heridas y traumas del pasado. Eso se podrá lograr si nosotros decidimos que amamos y cuidamos a nosotros mismos y tenemos a nuestro lado personas que merecen amor y confianza.

En el ámbito laboral, buscaremos formas de sentirnos cómodos y contentos, agregando un toque de nuestra personalidad en nuestro espacio laboral. Puede ser redecorar el espacio –en lo que se permite- o simplemente cambiar nuestra actitud para que nuestro personaje profesional y social corresponda a los que somos originalmente y no algo robótico y automático. Necesitamos cualquier cambio siempre y cuando nos haga sentir seguros y cómodos.

Por último, dado que durante la luna llena nos sentimos super sensibles y explosivos, hagan la siguiente pregunta a ustedes mismos cada vez que están frustrados: “Mi niño interior, que es lo que necesita? Qué es lo que haría yo quisiera este niño interior si no lo hubiese machacado las heridas del pasado?”.

Los que más se verán afectados de este fenómenos son los que tienen planetas personales en los últimos grados de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.