Por Mario “Sodita” Sardén, especial para NOVA
En noviembre de 1992, el grupo soft metálico Bon Jovi editó en Latinoamérica su quinto trabajo discográfico “Keep The Faith” (Mantén la Fe) impactando a todo el planeta con una renovación en el sonido un poco más compacto y duro. El trabajo discográfico fue grabado en los Little Mountain Sound Studios en Vancouver (Canadá). Durante la primera semana de noviembre el vinilo fue editado en Estados Unidos y Europa.
En este disco, el bajista original Alec John Such grabó por última vez para luego abandonar a la banda.
El álbum permaneció 48 semanas dentro de los 10 primeros lugares de Billboard y durante ese año vendió sólo en Estados Unidos 2.591.000 copias y hasta el presente ha vendido a nivel mundial 14.645.000 de copias, además ha sido N°1 en las listas de Reino Unido, Australia y Finlandia, y Top 5 en Alemania, Italia, Japón, Suecia, Austria, Países Bajos, Suiza y Hungría. En total ha conseguido 26 discos de platino.
La clave del éxito del disco pasó por el riesgo que tomó el grupo para seguir siendo presente, tanto con la escena alternativa como los destellos del crudo sonido grunge que había contaminado al planeta desde la ciudad de Seattle de la mano de Nirvana.
Bon Jovi con su quinto disco mostró que podían sobrevivir a cualquier cosa, fundamentalmente a tendencias musicales cambiantes.
Entre sus principales hits se puede destacar el que le da título al disco y la balada “Bed of Roses” (Cama de Rosas).