Por supuesto que hace falta empaparse de nuevos conceptos y desarrollar habilidades.

Es fundamental contar con un gran equipo de trabajo que conozca a fondo la necesidad existente antes de aventurarse a emprender.

En ese sentido, es importante saber dar con la gente justa, tener el plan de trabajo bien establecido y sobre todo tener mucha paciencia.

También hay que enfocarse en conocer a los usuarios del producto, entender cuál es la demanda insatisfecha del mercado y hacerlos partícipes.

En el transcurso, un emprendedor se enfrenta a muchos momentos de incertidumbre, de toma de decisiones y claro que noches enteras sin dormir. El resultado se mide día a día. Hay que ponerse objetivos, no topes.

Emprender es dificil pero no imposible, hay que saber enfocarse y ser constante. No se trata de esperar a estar listos sino de arrancar e ir aprendiendo a lo largo del camino.