Quién tiene el impulso sexual más fuerte, ¿el hombre o la mujer?
Una nueva investigación ha determinado que los hombres tienen un deseo sexual mucho más fuerte que las mujeres. Después de revisar más de 200 estudios, los investigadores “encontraron que los hombres reportan consistentemente un deseo sexual más alto”, dijo el autor del trabajo, Julius Frankenbach, estudiante de doctorado en psicología en la Universidad de Saarland en Saarbrücken, Alemania.
La investigación, que fue publicada recientemente en Psychological Bulletin, mostró además que los hombres dicen que pasan considerablemente más tiempo pensando en el sexo, fantaseando con el sexo, sintiendo deseo sexual y masturbándose, en comparación con las mujeres.
Surgió una duda: cuando se habla de las propias inclinaciones sexuales, ¿las personas siempre son honestas? “La sexualidad es un tema delicado”, reconoció Frankenbach. “Así que también consideramos la posibilidad de que los autoinformes de las personas no sean completamente precisos. Hubo alguna evidencia de respuestas tan inexactas en nuestros datos”, agregó el experto.
“Por ejemplo - señaló - los hombres informaron haber tenido más parejas sexuales que las mujeres, lo cual, por simple lógica, es casi imposible. Sin embargo, llegamos a la conclusión de que este sesgo de respuesta era relativamente pequeño y no podía explicar toda la diferencia de género en el impulso sexual que observamos. En otras palabras, creemos que la diferencia de género es real”.
Frankenbach y el coautor del estudio Malte Friese, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Saarland, analizaron la forma en que se llevó a cabo cada trabajo. Después de tener en cuenta algunas diferencias, los investigadores concluyeron que el impulso sexual masculino es más fuerte que el femenino, con un “efecto de mediano a grande”.
Frankenbach dijo que el grado general en el que el impulso sexual difiere según el género podría compararse con las diferencias estándar en los cuerpos masculino y femenino, con “la diferencia de género en el impulso sexual aproximadamente igual a la diferencia de género en el peso corporal”.
Frankenbach dijo que entre el 24 por ciento y el 29 por ciento de las mujeres parecen tener un impulso sexual más alto que el hombre “promedio”. Entonces, aunque en promedio los hombres pueden tener un impulso sexual más fuerte que las mujeres, “hay muchas mujeres que están más interesadas en el sexo que muchos hombres”, agregó.
Ahora bien, el impulso sexual, ¿tiene una explicación? ¿Qué significa realmente? Frankenbach sugirió que probablemente se reduce a una interacción compleja entre las normas sociales, los roles y el aprendizaje por un lado, y la genética, la fisiología y la biología por el otro. Hooven dijo que “la cultura ciertamente juega un papel importante en la configuración no solo de cómo los hombres y las mujeres expresan su sexualidad. También determina cómo se sienten los sexos sobre qué tipo de comportamientos son apropiados”.
Hooven dijo que vale la pena tener en cuenta que “algunas mujeres claramente lo disfrutan, y ninguna de estas cosas científicas tiene relación con qué tipos de comportamientos son correctos o incorrectos”.
Walter Ghedin es médico psiquiatra y sexólogo (MN 74.794). Cuando se le pregunta qué diferencias hay entre hombres y mujeres, sostiene que “el deseo sexual sigue siendo motivo de diferentes investigaciones con el objetivo de saber no sólo sus aspectos cuantitativos, sino sus cualidades”.
El experto se refiere a la intensidad, oscilaciones y sus diferencias respecto al género. Un artículo publicado en la revista Journal of sex & marital therapy concluyó que las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar una disminución del deseo sexual a medida que el vínculo amoroso progresa en el tiempo. El estudio reunió a 170 personas (hombres y mujeres entre 18 y 25 años, con aproximadamente 2 años de vinculo heterosexual).
“Los investigadores coinciden que es difícil extrapolar los resultados a vínculos constituidos por adultos de más edad y más tiempo de compromiso mutuo. La elección de jóvenes no es azarosa: pone en evidencia lo que sucede con el deseo sexual cuando se comienza con los primeros escarceos amorosos y aún no se han asumido compromisos mayores como la convivencia, el matrimonio, la responsabilidad de ser padres, entre otros aspectos”, analiza Ghedin.