Paola Díaz Martiarena, diseñadora y modelo: "Lo más importante es que nos vean tal cual nos sentimos"






“Quiero que todas se animen y se desafíen a usar mis diseños a medida, que sean especiales todas y cada una de ellas”. (Foto: Diego Lena)
Paola Díaz de Martiarena es diseñadora de alta costura. Oriunda de la ciudad de Buenos Aires, actualmente, con 36 años de edad, reside en Parque Chas y tiene su propia marca de bikinis, de la cual también es modelo.
En diálogo con NOVA, Paola reveló que ya desde chica tenía interés por el mundo del diseño: “Siempre me gustaron la moda, los maquillajes, los zapatos: me daba curiosidad ver a las personas vestidas según su cuerpo y personalidad. Me gustó ese desafío de vestir y querer borrar el tabú de que solo los cuerpos bonitos podrían vestirse elegantes, sexys y finos”, relata.
Fue así que, siguiendo su vocación, en cuanto tuvo la oportunidad de estudiar, se acercó a la academia de Roberto Piazza. Allí se formó durante tres años y se recibió en Diseño y Moldería de Alta Costura. Para Paola, la profesión es mucho más que solo un trabajo: “Ser diseñadora es hablar de una disciplina que requiere creatividad, innovación, tradición. Es diseñar, es confeccionar, es color, es forma, es texturas, es conocerse: es plasmar toda tu pasión en una prenda”, explica.
Sin embargo, sería durante la pandemia por Covid-19 cuando daría un paso fundamental en su carrera. Con el coronavirus imponiendo límites a la actividad, Paola se dedicó a ampliar sus horizontes: “Quería seguir investigando telas y costuras, e hice cursos de ropa deportiva, telas de punto, ilustración de alta costura y trajes de baño”, cuenta. Esto sería la semilla de su emprendimiento personal: “Entre pandemia y cursos, me reinventé con mi marca, Nicolena Bikinis, para así poder seguir trabajando” explica.
Hablar de Nicolena nos lleva a explorar otro de los roles de Paola, ya que además de diseñar, es modelo de su propia marca. “Me gusta la idea de posar y mostrarme como soy, con un cuerpo después de haber sido madre”, detalla. “Nicolena no busca cuerpos perfectos, busca personas con actitud, lo más importante es que nos vean tal cual nos sentimos”.
“Soy mi propia fuente de inspiración, porque me costó aceptarme con mis estrías y demás, y me puse el desafío de que la vida se trata de animarse. Cómo modelo me sigo perfeccionando, porque cada diseño es único en sobrellevar, por lo que desfilar también es siempre un nuevo desafío”, reflexiona.
Nicolena, confección a medida e inclusión
Admiradora de Cocó Chanel por su visión rupturista de la elegancia durante la Primera Guerra Mundial y su diseño de ropa informal, sencilla y cómoda, Paola explica que se siente identificada con la idea de romper estereotipos tanto de la ropa como de los cuerpos.
Con esta idea, su marca tiene un trato y dedicación personalizados con el público. Paola está abierta a sugerencias de sus clientas, trabaja y diseña a medida. En Nicolena, las clientas son las protagonistas: la confección a medida es un rasgo distintivo de la marca.
“Cada diseño que me piden es una nueva experiencia. Somos mujeres con cuerpos y gustos distintos, y siempre hay algo que queremos ocultar, que no nos gusta. Más si se trata de un traje de baño”, expresa la diseñadora: “Cuando te pongas mis bikinis, que están confeccionadas para tu cuerpo, lo que sos, es lo que vas a ver”, asegura.
Paola destaca el crecimiento de su marca y cuenta que sigue trabajando junto con su directora, Irene Vallejos, para potenciar el sentido inclusivo de la firma. “Tengo testimonios de chicas que no se animaban a usar trajes de baño, porque conseguir un bikini que les quede bien o que quizás oculte nuestras imperfecciones no es nada fácil, pero hoy no sólo se animan a mis bikinis, sino que también son parte de mi staff de modelos, participan en desfiles y producciones fotográficas”, testifica, y agrega: “Quiero que todas se animen y se desafíen a usar mis diseños a medida, que sean especiales todas y cada una de ellas”.
Una soñadora constante
Paola viene de una familia humilde y recuerda haber vivido en el campo, en pueblos, y en lugares circunstanciales. Las luces del presente no la encandilan, y tiene patente la memoria de sus padres trabajando día y noche para salir adelante y tener un futuro mejor. “Jamás había pensado en esta vida que hoy me toca vivir, de una casita humilde en la que vivíamos, a conocer lugares como Mar del Plata, Brasil, Europa… ahí en ese recorrido por París, al ver la moda, me aferré más fuerte a la idea de que todos podemos cumplir los sueños”, narra.
Se considera una soñadora constante: “Tengo una familia ensamblada que amo y es mejor de la que soñé. También soñé con vestir y ser alguien, y eso se me está dando de a poquito. Sueño que siempre tenga a mi familia, a mis amigos y a marido, Gustavo, quien me empuja y me apoya en cada decisión”. En sus ratos libres, disfruta haciendo gimnasia y bailando: “Son dos cosas que también amo y me hacen bien física y mentalmente”.
“Les quiero dejar como mensaje a todos que luchen y que sueñen fuerte lo que deseen ser, que con amor y constancia se puede lograr. A todos nos llega el momento de ser lo que alguna vez soñamos”, concluye.