Moreno: Lucas Franco, el camaleón que se anota en todos los asados

Puede moverse por los árboles de la política local, con gran facilidad, ya que sus pies tienen forma de pinza (con ellos se prende a los salarios provenientes del Estado y no los suelta nunca más).
Algunos machos de chamaeleonidae pueden presentar cuernos en la cabeza (este los tiene y los pone). Suelen dormir boca abajo (por las dudas) y, además, pueden ver tanto en la luz visible como en la luz ultravioleta gracias a su foto receptores, que le permite visualizar los finos hilos de los billetes a cientos de metros.
Estamos hablando del actual concejal Lucas Franco, de raíces santiagueñas y afincado junto a su familia en la periferia de Moreno. Con un resentimiento a cuestas, heredado de su madre, jubilada docente que durante muchos años mantuvo a su escuela (era directora), en la precariedad forzosa, producto de su militancia de izquierda dentro de ella.
Bueno pero no nos vayamos de tema…, recientemente se supo que el último grupo piquetero que lo cobijó, Somos, cuyo líder es Daniel Menéndez (otro que atiende de los dos lados del mostrador en Desarrollo Social), lo expulsó por su salto hacia el Movimiento Evita, ya que termina su periodo en 2024 y necesita que alguien más fuerte lo apadrine en sus intenciones de lista nuevamente.
Si nos remontamos a sus inicios, lo vamos a ver militando con los ex subversivos Humberto tumini y Jorge “huevo” Ceballos (algunos perjuran que los vieron atentar en Italia en los años 70). También allí abrevó Victoria Donda, con la que tuvo un affaire.
Libres del Sur, tomó relevancia a partir de la asunción de Néstor Kirchner y varios de ellos terminaron en la guardia pretoriana que se le hiciera a Fidel Castro y Hugo Chávez en las escalinatas de la Facultad de Derecho, por aquellos años.
Su brazo armado, Barrios de Pie, todavía continúa cortando calles y reclamando subsidios del gobierno y alimentos a pesar de haber pasado 20 años.
Lo cierto es que disuelto y escindido esa organización rayana a lo irregular, en tiempos cercanos a la elección presidencial de 2019, Donda, Franco y algunos más fueron alejados por la dirección central (Tumini), por diferencias conceptuales de índole política.
En el ámbito local seguía como ternero huacho, después que Ceballos (su padrino político), se distanciara del kirchnerismo y se fuera a vivir a su Córdoba natal. Franco continuaba laborando en el Registro Civil local, y saltaba de sede en sede hasta recalar en la de Cuartel V, que era utilizada como centro de militancia y permanecía más horas cerrada que abierta, hasta que el gobierno de María Eugenia Vidal la clausurara permanentemente. El tipo como empleado más veterano, hasta se dio el lujo de oficiar casamientos a falta de Juez de Paz.
Sin commendatore político cercano, allá por 2016 se acercó al massismo local (Damián Contreras), Tumini había realizado idéntico movimiento tiempo antes. Los muchachos del “negro” Contreras lo miraban como sapo de otro pozo, cada vez que se acercaba para la “selfie”, una de sus debilidades.
También intento con por aquel entonces el Intendente local Walter Festa, al que le venía dando con un caño, pero igualmente le acercó un cuadro político para que se hiciera cargo del tema “reciclado de basura y medio ambiente, que tuvo que salir disparada de Moreno debido a las amenazas y la balacera en su domicilio.
A principios de 2019, trabo relación con el ex barón del conurbano Mariano West, al que también había fustigado desde el llano infinidad de veces. Es West quien lo ingresa a la lista de Mariel Fernández a través de un acuerdo político que no funciono, y se terminaron distanciando. Grueso error de cálculo del marplatense, que ya viejo y agotado se había quedado sin soldaditos en el distrito.
Llegaba la elección de 2019 y Mariel Fernández arrasaba a las otras 5 listas en las PASO locales. Después hizo el mismo trabajo con la débil oposición de Cambiemos y Luquitas desde el 5to lugar se hizo Concejal. Lo había intentado todo desde volver a la facultad (naufragó en el intento), hasta dar clases para adultos en un bachillerato nocturno, con más pinta de centro de adoctrinamiento de zurdos, que de una escuela.
Ya dentro del Concejo Deliberante rápidamente se pegó cariñosamente a Emanuel Fernández, hermano de la alcaldesa, para nunca más soltarse, cual Camaleón, de esa “rama” que le puede dar una nueva chance de seguir viviendo del Estado hasta alcanzar la jubilación.
Quien lo ha visto y quién lo ve después de casi tres años de presidir el bloque oficialista (el único mérito a la luz es tener un poquito más de parla, que los otros tristes tigres, todos pertenecientes a organizaciones barriales y agrupaciones pedorras de décima).
Enemistado con su ex coequiper, la concejal Díaz Ciarlo, con carro nuevo, IPhone 12, y Termo Stanley, se relame a la espera de la segunda vuelta, es que ya le tomó el gustito a la “guita negra”, que es la que sobra en Moreno.