Un eclipse solar sucede cuando la Luna se pone entre la Tierra y el Sol; eso ocurre solamente cuando tenemos luna nueva. Como saben, la luna nueva indica comienzos, inicios, es el momento para poner una meta o sembrar algo nuevo.

Maticemos un poco más las características de esta nueva etapa, analizando el signo en el que este eclipse ocupa lugar. Cáncer es un signo emocional. Igual que el cangrejo, parece duro por fuera pero es blando por dentro. Muchas veces Cáncer se encierra y se aísla para protegerse. Su forma de hablar a veces es un poco explosiva porque está a la defensiva a fin de proteger su sensible alma. Dado que Mercurio, el planeta de la comunicación, también se encuentra en Cáncer, la necesidad de expresar nuestras emociones se intensifica.

Cáncer se relaciona con la familia, el hogar, los padres, las raíces. También con la necesidad que tenemos a veces de sacar nuestro niño interior que busca ser mimado, que busca el cariño, el cuidado, el abrazo, el consuelo cuando está llorando. Imagínense cuantas veces después de un conflicto no hemos necesitado acostarnos en la cama acurrucados con la cobijita viendo una peli y comiendo algo dulce para ahogar el dolor y darnos el placer de automimarnos. Algo así es la energía canceriana.

No olviden que desde el año pasado estamos atravesando una etapa muy capricorniana (Júpiter, Saturno y Plutón se encuentran en Capricornio) que nos hace pasar por pruebas exigentes y nos tiene bastante limitados y serios, más preocupados con las responsabilidades y menos con nosotros mismos.

Podríamos decir que este eclipse solar es una prueba, un desafío en el que demostramos qué hacemos con nuestro niño interior: ¿lo cuidamos o lo machacamos? ¿Se dan ciertos gustos, se quieren a sí mismos o caen en excesos tóxicos, descuidando el cuerpo y el alma?

Luego, como ya explicamos, Cáncer se relaciona con la familia. Los asuntos familiares no siempre son agradables. Algunos llevamos heridas y rencores con nuestros progenitores, echamos la culpa a ellos por nuestro fracaso y estancamiento y hasta llegamos a cortar la comunicación con ellos. En este eclipse podemos tomar conciencia que nosotros hemos desarrollado cierta programación de autodefensa frente a estas heridas y conflictos que tienen cierta repercusión a nuestra vida adulta. Es momento de sanarnos de este dolor y victimismo, dejar de ser comodones en nuestro drama y evolucionar, trasformando el dolor en sanación.

Los eclipses siempre han dado miedo por las supuestas rupturas amorosas que conllevan. Este eclipse que se da en Cáncer, como ya les expliqué, nos hace reflexionar qué tanto mimamos a nuestro niño interior. El regente de Cáncer es la bella Luna y la Luna se relaciona con las emociones y el vínculo madre-hijo. Cuando nos enamoramos, solemos proyectar a nuestra pareja nuestras necesidades emocionales de nuestro niño interior. Este niño tiene también heridas y miedos y estos también repercutan a la pareja. Es por eso que el amor y las relaciones afectivas son tan complejas.

Este eclipse entonces les hace reflexionar qué es lo que su niño interior busca al otro. Muchas veces las personas que no recibieron cariño en su infancia se hacen pasar por duras e inflexibles, por miedo a entregarse; en realidad lo que necesitan es recibir de los demás este cariño que tanto les faltó.

Dense cuenta, entonces, qué es lo que desea su niño interior y denle el capricho. Sean generosos. Si su pareja actual o la persona con la que están enganchados no les acaricia sus necesidades emocionales, cierren esta etapa y sigan adelante, más sabios y sanos.

Para ver en qué área de su vida les va afectar este eclipse, fíjense en la carta natal en qué casa astrológica tienen el signo de Cáncer. Si no saben de su carta natal y quieren asesorarse astrológicamente, no duden en comunicarse conmigo vía Instagram @astroevitaperez o vía Whatsapp +34 722 44 16 42, España.

(*) Técnico en Psicoastrología.