Es que la acción de amar viene después, según mi pensamiento humilde, de habernos amado primero y eso implica comenzar un camino hacia nuestro interior que no siempre estamos dispuestos a transitar. Primero soy, me amo y luego salgo al encuentro con los demás.

En pandemia muchas cosas quedaron en evidencia. La miseria humana tuvo su entrada triunfal pero también pudimos descubrir personas de buen corazón que con total desinterés aman sin esperar nada a cambio y se entregan sin guardarse nada.

Hoy quisiera celebrar el amor, ese que uno siente por uno mismo cuando se reconoce, se acepta y “abandona el ego” para ir al encuentro de los otros.

Hoy quisiera abrazar por medio de estas palabras a esos héroes que todos los días tienen un sí a manera de respuesta y nos abrazan a cada momento.

Gracias a todas las personas amorosas que no salen muchas veces en el diario, aunque debo agradecer el abrazo diario del equipo de trabajo que conforma esta agencia maravillosa que me permite nombrar y destacar a todos aquellos que se brindan por completo a diario.

“El amor sucede”, me dijo un colega muy sabio, y debemos dejar que ese acontecimiento maravilloso “ocurra”.

Gracias a todos los guerreros amantes que andan por la vida repartiendo el amor en todas sus facetas: el amor al amigo, el amor filiar, el amor maternal, paternal, el amor de los hijos a sus padres.

Gracias a todos esos que aman porque les sale así, porque vinieron a este mundo a darnos fuerzas, porque traspasan las barreras de lo que nos diferencia, para amar ahí, donde todos somos sencillamente humanos.

Gracias a todos los que aman por amar, créanme que el mundo sin ustedes sería muy diferente.

El amor se nota, aunque a veces creamos que pasa desapercibido.

Gracias a todos los que dan amor y hacen de este mundo un lugar mejor.

(*) Actriz publicitaria.