El Reglamento de Conducta para el Personal de Télam iba a comenzar a regir el 1 de agosto, pero la polvareda que levantó el intento de restricción de los derechos de los trabajadores empleados obligó al Directorio de la agencia estatal de noticias a suspender su implementación hasta que "sea discutido y aprobado en conjunto con los sindicatos".

Según Llorente, "el tema se llevó a paritaria el año pasado y el gremio manifestó que era un tema de dirección que no tratarían. Hubo un cambio de opinión de parte de ellos y a nosotros nos parece importante consensuarlo."

El cuestionado Reglamento de Conducta le prohíbe a todo el personal de la empresa hacer “comentarios” en medios o en redes sociales que, “de manera directa o indirecta, pongan en riesgo o provoquen un daño a Télam y/o contra el sistema y valores democráticos”.

“¿Criticar en Twitter la gestión de Llorente o la anterior de Rodolfo Pousá, es provocarle un daño a Télam?”-respondieron los trabajadores, ante el flagrante ataque a la libertad de expresión lanzado por el Directorio.

El nuevo Reglamento de Conducta de Télam es bastante más amplio, ya que establece sanciones disciplinarias para las inasistencias al lugar de trabajo, y hasta por la mención en notas de productos, marcas y canales de televisión o cadenas de cable, “bajo apariencia de crítica”. Asimismo, prohíbe realizar publicidad encubierta de las campañas políticas, “sin distinguir información noticiosa de publicidad”.

“Esto es imposible de cumplir, si los mismos jefes nos piden notas favorables al Gobierno y editan las notas para que sean parte de la campaña del Frente de Todos.”-argumentó un periodista de larga trayectoria en Télam. Y alertó acerca del riesgo que implica la aplicación de una herramienta de este tipo: “Estas prohibiciones pueden ser usadas de manera discrecional para perseguir a los periodistas que no les gusten. ¿O van a sancionar a los que a fines del año pasado hicieron el video laudatorio del gobierno?”.

En el mes de diciembre del año pasado, Télam realizó un video de seis minutos celebrando todas las medidas del gobierno nacional, solo con la mirada oficial, sin críticas, pluralismo ni diversidad. Ahora la producción de ese mismo material, encargado por las autoridades, quedaría sujeta a sanciones disciplinarias.

Ante la ola de críticas que recibió, tanto de dentro como de fuera de la agencia estatal, Llorente resolvió suspender la aplicación del Reglamento de Conducta, para evitar un conflicto gremial cuando está arrancando la campaña electoral.

Pero el proyecto de poner una mordaza a los periodistas y controlar la información que divulga la agencia sigue siendo una prioridad de las autoridades actuales, encendiendo una alerta roja sobre la actividad periodística.