
Por Maxi Pérez (@perezmaxi), corresponsal de NOVA en casa de Gobierno y Legislatura bonaerense
Los sondeos de opinión que se conocieron en las últimas horas mostraron resultados diferentes de cara a las elecciones primarias del 12 de septiembre, pero coinciden en que entre el Frente de Todos y Juntos, se quedarán con más del 70 por ciento de los votos, ratificando así la fuerte polarización que además seguramente se profundizará después de la PASO.
La tendencia general indica que, si las elecciones fuesen hoy, probablemente ganaría el oficialismo con Victoria Tolosa Paz a la cabeza, con una diferencia de alrededor de 6 puntos sobre la sumatoria de votos de las dos listas que encabezan Diego Santilli y Facundo Manes, sin embargo, empiezan a aparecer estudios que dan cuenta de que otra realidad es posible.
Los números de la consultora Synopsis, por ejemplo, aseguran que a nivel país el oficialismo cosecha una intención de votos de apenas el 27,5 por ciento, lo que representa una verdadera debacle en términos electorales si se lo compara con los más de 48 puntos que logró Alberto Fernández en 2019.
Y si bien este sondeo abarca al todo el territorio nacional, la cuota bonaerense aporta el 38,2 por ciento del total de los datos es decir que la diferencia en la Provincia no alcanza para revertir la imagen generalizada de "castigo" al oficialismo por la mala gestión de la pandemia, a pesar de algunos números alentadores sobre llegada de vacunas, ocupación de camas de terapia y reactivación económica.
En ese complejo escenario electoral, el oficialismo debió además desdoblar su campaña y poner en riesgo el mensaje de "unidad" exhibido como uno de los máximos valores del frente gobernante.
El problema es que Santilli y Manes son rivales y rara vez coinciden en algún rincón de la Provincia, lo que potencia el sello de "Juntos" que se presenta diariamente con todo el despliegue posible en por lo menos dos lugares en simultáneo.
Por eso del lado del oficialismo comenzó a cobrar un mayor protagonismo el ex ministro y también precandidato, Daniel Gollán, no en desmedro de la figura de la primera precandidata, sino para disputarle el territorio de igual a igual al PRO y el radicalismo que siguen multiplicando su presencia gracias a la interna.
Por eso vale decir que además el ex funcionario salió a la cancha con los tapones de punta y aseguró que “Cambiemos quiere un país para pocos, para privilegiados, que importemos todo y que el resto se embrome", y remarcó que "cuando fueron Gobierno pararon todas las obras, fueron muy malos, no iban a trabajar, estuvieron totalmente alejados del pueblo y con puro marketing. Eran un Gobierno de vagos”, sentenció.
Del lado del macrismo aún no hubo respuestas, en parte porque volvió a subir la tensión entre ambos candidatos tras el desafío del neurocientífico a su rival para que acepte debatir antes de las primarias, algo que Santilli viene rechazando de forma sistemática.
Precisamente el por ahora inexistente debate viene siendo el punto más flojo de la campaña de Juntos, ya que se evidencia la incomodidad del ex vicejefe de Gobierno de encarar un planteo sobre los contrastes entre sus promesas de campaña y lo que hizo María Eugenia Vidal cuando fue gobernadora o peor aún, lo que hizo él mismo al lado de Horacio Rodríguez Larreta.
Para Manes un debate interno sería la chance definitiva para despegarse del macrismo y proponer una mirada superadora a la del PRO, un anhelo de los radicales que en caso contrario corren el riesgo de volver a ser furgón de cola de un proyecto que les deja poco o ningún margen de acción a la hora de tomar decisiones.