
El erotismo en las redes sociales ha llegado a niveles indescriptibles, en donde juega muy a favor poder motrar (lo justo y necesario) el cuerpo. Aunque parezca irrisorio, hay hombres que pagan enormes sumas de dinero a cambio de poder visualizar buenos morbos desde la fase de internauta.
Desde hace poco tiempo, y con la llegada de la pandemia por Covid-19, el sexo y erotismo han pasado de la cama concreta, al abstracto internet. Varias streamers aprovecharon los vacíos legales de Twitch para llenar la plataforma de contenido de dicho carácter, emitiendo en bikini desde piscinas hinchables.
Evidentemente, ponerse bikini no es hacer porno softcore. Hacer bailes sensuales delante de la cámara enfocándote los pechos y el culo, sí.
— Héctor Acosta 🇮🇨🇪🇸🇩🇪🇪🇺 (@hector7b) May 24, 2021
Y 2: si según tú el tema de llevar bikini no es lo importante de tu stream, ¿por qué estar incómoda jugando Minecraft desde una piscina
Las increíbles sumatorias de dinero y la fuerte demanda de ello, ha hecho que la plataforma de Twitch acabace permitiendo este contenido creando una nueva categoría, Piscinas, Jacuzzis y Playas, y reconociendo que "ser visto como sexy por otros no va en contra de las reglas de Twitch".
Lo cómico de esta forma de sexualización virtual, resulta más visualizada, muchas veces, que el simple contenido para adultos en la red. Ya que, desde esta nueva categorización, quienes están presentes pueden pedir distintos tipos de fetiches no explícitos. Un juego entre límites de lo más excitante.
Por otra parte, muchos lo comparan con las famosas webcam, aunque con una mayor censura y abierto a casi todo el público online. Con lo cual, algunos usuarios lo llegan a ver como de lo más polémico.
¿Acaso es una apertura a lo que muchos refieren como OnlyFans? una buena forma de hacerse con dinero, sin dañar y con mucha temperatura de aquello cuasi innovador.