Quien primero habló fue Fabiana D'Alessandro quien afirmó que “estamos haciendo muchos testeos con baja positividad”. Vaya uno a saber a qué espacio territorial se refería porque si opinaba sobre Zárate no tiene idea de lo que dice. En Zárate en la última semana se dieron las dos situaciones opuestas, hubo menos testeos y más porcentual de positividad. De hecho, este indicador aumentó un “XXX” por ciento, pasando del “XXX” por ciento al 30,78 por ciento. De hecho, en términos absolutos en la última semana epidemiológica concluida, la 25 de 2021, el número de casos fue mayor que el de la semana anterior, aumentando en un “XXX” por ciento.

Pero no fue eso ni lo más curioso ni lo más irresponsable que dijo, al seguir ‘cabeceando los centros’ de los que ‘siempre están’ afirmó que “la que a veces se relaja un poco es la comunidad”. D'Alessandro, funcionaria de un gobierno que anunció la llegada hasta el hartazgo de vacunas que nunca llegaron, que impulsó la “cuareterna” más larga del mundo, que montó vacunatorios VIP para amigos y familiares, cuyo Presidente incumplió reiteradamente las medidas de cuidado que él mismo impulsaba, pone la responsabilidad en la ciudadanía. Ahora resulta que el problema es que la comunidad se relaja. Sería más oportuno que hubiera un poco más de autocrítica para asumir la cuota parte de responsabilidad del gobierno, en sus diferentes estamentos, respecto a la realidad actual. ¿El accionar de la ciudadanía es la causa o consecuencia?

En la misma línea fueron las mentiras del secretario de Salud, Marcelo Schiavoni, quien sostuvo que “dada la baja de casos estamos ampliando a quien se hisopa”, ¿Por qué se hisopó menos casos que la semana anterior entonces? O si se hisoparon y no están consignados en las estadísticas, ¿por qué no se los contabiliza? ¿Se llevan registros serios de testeos realizados y plan de vacunación?

Y como no bastaba con la mentira mencionada respecto a los enfermos, avanzó Schiavoni con un cuestionadísimo concepto. Afirmó que la baja de contagios estaba impulsada, entre otras razones, por “el amplio porcentaje de vacunados que hoy se está teniendo”. En Zárate se vacunó al 6,37 por ciento de sus vecinos. Entre ellos el propio Schiavoni, el resto del funcionariado de la Secretaría de Salud, el intendente municipal, Osvaldo Cáffaro, su secretaria privada, Lilian Burroni, el empleado municipal, Rodrigo Girard, el chofer del intendente, Salvador de Bártoli, la esposa del chofer del intendente, Cristina Bustos, el empleado de Zoonosis municipal, Álvaro Battista Palacios y la empleada del Juzgado de Faltas Nº2, cuya titular es hija de la secretaria privada del intendente, Sonia Nores, entre otros. ¿En serio cree que haber vacunado al 6,37 por ciento de la población es un amplio porcentaje de vacunados? Miente. Porque uno imagina que no cuenta a los inoculados tan solo con la primera dosis, puesto que, si así fuera, si los considera vacunados, bien podría haber rechazado la segunda dosis porque con la primera bastaba… pero no lo hizo. Ni él, ni Mattei, ni Mautisi, ni Cáffaro, ni Burroni, ni Girard, ni de Bártoli, ni Bustos, ni Battista Palacios, ni Nores, ni tantos otros.

En referencia a la vacunación en SUTEBA, aunque el consejero Néstor Pires insista en decir que no es en SUTEBA sino en el Punto IOMA pese a que las autoridades municipales al informar la reunión que tuvieron en enero con las autoridades de SUTEBA afirmaran que “cómo IOMA no posee una sede propia, el lugar donde los afiliados recibirán las dosis, será la sede del SUTEBA", Schiavoni agregó que “el Punto IOMA SUTEBA está en análisis la mudanza. Es incómodo, la gente espera en la vereda, eso fue una decisión de entrada de IOMA y Provincia”. Curioso es que desde aquella reunión de enero de 2021 a finales de junio, recién hayan tomado conciencia que el lugar no era propicio para montar un vacunatorio, o ¿tenían que devolver favores a los líderes sindicales? Solo de esa manera se puede justificar la instalación de un centro de vacunación en un lugar donde quienes se van a vacunar deben esperar a la intemperie su turno de vacunación. Irresponsabilidad.

Llegado el turno del supersecretario Ariel Ríos, el todólogo insistió en “el trabajo en conjunto con la Provincia de Buenos Aires, también con el Ministerio de Salud, con el ministro Daniel Gollán”. Si realmente cree en lo que dice, lo cual es refutado ampliamente por los hechos, bien podrían comenzar por tomar las estadísticas gubernamentales. Como dato, lunes por la mañana el Ministerio comandado por Gollán informaba para Zárate 342 fallecidos por COVID-19 (por la noche se actualizó a 344), pero las autoridades de Zárate seguían empeñadas en informar dos muertos menos. ¿Informarán los 344? Si no lo hacen, ¿para cuándo los guardarán?

En línea con lo mencionado por Schiavoni, Ríos sostuvo que “hoy tenemos un universo de más de 45.000 vacunados”, lo cual a todas luces es una falsedad puesto que en Zárate vacunaron tan solo a 8.241 vecinos del Distrito (las restantes 1.458 segundas dosis aplicadas fueron a vecinos que no viven en Zárate). ¿De qué habla Ríos entonces? ¿Sabe de lo que habla o es apenas un lorito repetidor?

Y para el final la frutilla del postre, dirigiéndose a “los que siempre están”, los que hacen copy-paste, los que publican lo que el Municipio quiere que digan, Ariel Ríos dijo “doblemente agradecerle a ustedes, los medios locales, justamente los que llevan la confianza”, cuando en realidad a lo que se dedican es tan solo a ser propaladores de las mentiras oficiales. A propósito, señor Ríos, ¿puede compartirnos el archivo con los proveedores del Municipio en 2020 para saber cuánto le costó a cada vecino el que los “medios locales lleven confianza” a los vecinos?

Son muchos los que dicen que Osvaldo Cáffaro vive en Puerto Madero, no tenemos las pruebas para afirmarlo, pero sobran para saber que quienes brindaron declaraciones en la Plaza Mitre en ocasión del Plan Detectar, viven en una nube de pedos.