Martín Vestiga y el intendente mariposón que es gorreado consciente
Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
En el mundo de la política se suceden a menudo chismes, novedades y por supuesto denuncias cruzadas, pero nunca imagine la historia que me contó la el inafable Thiago Ellorto, famoso entre colegas porque suele encontrar la punta de sus historias el revolver los desperdicios de dirigentes y famosos.
Esta vez lo crucé en uno de mis viajes por el interior bonaerense, y venía con un montón de papeles en la mano que parecían facturas de algún servicio, o quizá eran esas cosas que Thiago suele juntar de gente poderosa, que hacen temblar a más de uno.
Tomando un cafecito en el bar del pueblo y conservando la distancia por el Covid, mi interlocutor me contó que “el intendente de acá es terrible mariposón, está manteniendo un pibe que salió preso y que le mete los pelos para adentro”, me dijo haciendo alarde de su vulgaridad.
Verborrágico como nuca, Thiago agregó: “Encima, como a la mujer no la toca, la mina lo gorrea con un médico del pueblo y el pata de lana es un médico llamado Marcelo Labaqui”, dijo en referencia al intendente macrista, cornudo y marcha atrás de una localidad de la cuarta sección electoral bonaerense, para luego despedirse hasta un nuevo encuentro.
Agente agente, arrésteme pronto, porque una locura, voy a cometer…