La gastronomía argentina, en jaque por las nuevas medidas

Las nuevas restricciones tomadas por el presidente Alberto Fernández ante la segunda ola de coronavirus cayeron como un baldazo de agua fría a los gastronómicos del AMBA. Los bares, restaurantes, pizzerías, cafés y heladerías que lograron sobrevivir al 2020 aseguran que no podrán afrontar estas nuevas medidas que “ponen en peligro las fuentes de trabajo y la sustentabilidad de todo el sector”. Incluso, desde el movimiento ‘Sillas al revés’, integrado por distintas empresas del rubro, advirtieron que no van a acatar el decreto del Gobierno Nacional.
Una de las disposiciones -que comenzaron a regir el viernes y finalizarían el 30 de este mes- fijadas por el Decreto 241/2021 publicado en el Boletín Oficial fue la que más sorprendió, de manera no grata, a los gastronómicos. Es que no solo se limitó el horario de 6 a 19, sino que únicamente pueden atender a sus clientes en espacios habilitados al aire libre.
#Restricciones:
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) April 7, 2021
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Gabriel Famá, presidente de la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya) y propietario de la tradicional heladería Cadore, ubicada sobre Avenida Corrientes, aseguró a La Prensa: “Venimos de un verano difícil, no solo por cómo la situación sanitaria nos afecta, sino también porque el aumento de precios constantes que afectan al rubro ha hecho que sea menos rentable. El verano es la época del año donde uno cosecha para pasar el invierno. Ahora, estas nuevas restricciones de horario repercuten en casi el 70 por ciento de las ventas, ya que es en el horario nocturno donde se vende más”.
En cuanto a la modalidad de delivery, que es la opción habilitada para después de las 20, explicó que pierden rentabilidad “porque hay que pagar comisiones. Si bien firmamos un acuerdo con Pedidos Ya por un 18% por ciento hasta el 30 de junio, con Rappi no lo tenemos y ahí se va entre un 25 y un 30 por ciento.”
Consultado por la decisión de ‘Sillas al revés’ de no acatar las medidas, opinó “los entiendo, porque es ver como los problemas, que no fueron ocasionados por la gastronomía que ha cumplido casi en un 100 por ciento los protocolos, se llevan el esfuerzo de años.” Por último, aclaró que junto con las Cámaras gastronómicas van a cumplir con las medidas, porque “siempre hemos tratado de mantener un diálogo con Nación y la Ciudad, en diálogo están las soluciones”.
Por último, Famá aseguró que el Repro -18.000 pesos por trabajador, tras el anuncio del Presidente-, al que muchos del sector no acceden, no alcanza porque “se siguen pagando créditos de créditos, sueldos, cargas sociales, alquileres. Es preocupante cuando no se ve una luz a futuro”.
“La gastronomía no contagia. Somos un espacio seguro para trabajar. Ya se comprobó que no somos foco de contagio y sí fuente de empleos. Esta restricción significa un nuevo atropello hacia nuestra industria”, señalaron desde ‘Sillas al revés’, que agrupa varios bares y restaurantes- en un comunicado donde advierten que las nuevas restricciones generarán que otros 15.000 locales deban cerrar y se pierdan cerca de 200.000 puestos de trabajo. Según sus estimaciones, a la fecha ya cerraron más de 10.000 locales y se perdieron 150.000 puestos de trabajo en todo el país.
“Imposibilitarnos trabajar en el interior de nuestros locales no cambia el curso de la pandemia, pero sí decide el futuro de pobreza en Argentina. Las pérdidas para los trabajadores del sector serán irrecuperables”, indicaron.
Para la Asociación de Propietarios de Pizzerías, Casas de Empanadas y Actividades Afines (Appyce) la decisión del Gobierno nacional de restringir aún más su horario laboral “resulta un golpe de gracia letal”.
“Durante el último año han tenido que bajar sus persianas una innumerable cantidad de empresas del sector que se han visto asfixiadas. A partir de esta nueva disposición, esa situación indefectiblemente se extenderá a seguros cientos de nuevos cierres y, con ellos, nuevas pérdidas de fuentes de trabajo”, afirman desde Appyce.
Lorena Fernández, presidenta de Appyce, expresó: “El decreto nos lleva a la peor etapa del 2020, pero ahora sin la ayuda del Estado nacional y municipal, se agotaron los ahorros, se agotaron las posibilidades de crédito, y nos endeudamos con el solo fin de mantener nuestros negocios abiertos ajustados a las normas y protocolos de seguridad”. También recordó que “nuestro sector se ha endeudado para poder trabajar en veredas y salones cumpliendo con los protocolos obligatorios, asegurando que la gastronomía no es un foco de contagio, y si somos fuente de trabajo y recursos para que la economía siga en pie y la pobreza no avance sobre la sociedad.”
Si bien, a diferencia de ‘Sillas al revés’, afirmaron que “no proponemos el desacato de medidas adoptadas por el Presidente de la Nación, sí sostenemos de manera enfática que las disposiciones sólo generarán perjuicios, solicitando su inmediata revisión.” Además, de reiterar “la necesidad impostergable de contar con medidas económicas e impositivas que compensen las restricciones a la gastronomía en general”.