"Háblame así, suavecito... dime cosas sucias": callarse o hablar para subir la temperatura
Los encuentros íntimos son momentos que tienen el potencial de ser grandes aliados para la estimulación en las relaciones sexuales. Durante la intimidad, todos nuestros sentidos intervienen y ayudan a incrementar las sensaciones de placer. Generalmente, el tacto y la vista son los que se lucen en la cama.
“Independientemente de los otros sentidos también entran en juego, como el oído (escuchar a nuestra pareja y/o expresarnos en los encuentros), dan pie a una interesante exploración de la sexualidad para aquellas personas que les puede apetecer”, esto dijo Diana Lozano López, psicóloga sanitaria y sexóloga de Centro TAP Tratamiento Avanzado Psicológico.
Cuando estamos teniendo relaciones sexuales, nos vienen a la mente cualquier cantidad de maneras para fomentar la estimulación y emitir cualquier muestra de placer: gemidos, sonidos guturales, carcajadas, suspiros intensos.
La voz es un arma de estimulación en las relaciones sexuales
“La relación positiva entre el lenguaje y la sexualidad no es una realidad actual, sino que hay numerosos ejemplos que vienen de largo: desde las relaciones epistolares subidas de tono, hasta las novelas eróticas, pasando por las ‘líneas calientes’ que durante mucho tiempo causaron furor”, indicó Lozano.
El lenguaje, escrito u oral, puede ayudar a darle rienda suelta a la imaginación, aportando ese “algo” que demuestre esa sensación de novedad o exploración de tu propio placer.
“La voz es un elemento que podemos asociar a la percepción del atractivo. Seguramente, hayamos oído experiencias de personas que escucharon una voz que les cautivó, o nosotros mismos hayamos sentido atracción y sensaciones agradables al oír una voz con características concretas en alguna persona”.