Martín Vestiga y la rosca de Juntos por el Cambio que se calienta en la provincia

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
Está claro que se terminó la tregua que habían pactado los principales dirigentes del oficialismo y la oposición en el comienzo de la pandemia, por lo que las internas están a la orden del día y de un lado al otro de “la grieta” se sacan chispas para obtener el mejor rédito en medio de esta crisis.
Fue en este marco que volví a transitar los pasillos, todavía casi desiertos, de la Legislatura para tantear el panorama que se viene a partir del próximo año, sobre todo en Juntos por el Cambio, que hoy se disputa nuevos liderazgos, y por eso recurrí a mi amiga Elba Gallo, famosa por sus curvas perfectas, que lamentablemente para ella no tienen correlato en su rostro, aunque con lo primero le alcanza para codearse con la cream de la cream del mundillo político.
--Martín, ¿cómo estás? Lindo barbijo che, ¿es de los del Conicet?
- ¡Hola Elba querida! Si, es de esos, pero lo compre en una farmacia del centro. ¿No me digas que andas con miedo al COVID?
- Para nada Martincito. Solo curiosidad, además lo que tengo para contarte va a tener más impacto que la pandemia
- ¡Ah, la flauta!... metele entonces, mi amiga.
- Viste que hay dudas sobre lo que va a hacer María Eugenia Vidal el año que viene y algunos la empiezan a correr de la provincia porque es más un tapón que una garantía de unidad... Bueno, hay un primer acuerdo para que no juegue en 2023 y ahora falta ver cómo acomodan los tantos para la legislativa.
- ¿Acuerdo entre quién o quiénes?
- Es obvio Martín, una parte del radicalismo y una parte del PRO. Yo no sé bien cuál es el puente entre el Grupo Dorrego de Jorge Macri, Julio Garro y los demás, con el oficialismo de la UCR, pero coincidieron en que hay que plantear una oferta electoral “superadora” de María Eugenia para no repetir la derrota del 2019 y por eso, con o sin PASO la quieren lo más lejos posible de las listas, si se puede incluso jugando en otro distrito para que mantenga el arrastre, pero no genere un techo para los que sean candidatos.
- ¿Vos estás segura Elba? mirá que Mariu viene creciendo en las encuestas y es claramente la segunda de Horacio Rodríguez Larreta en casi cualquier escenario. Además hoy no tienen otro candidatos o candidata fuerte que le pueda disputar a Axel Kicillof.
- Por eso el “plan bonaerense” es llevarla al Congreso como diputada en 2021, con el compromiso de que no embarre la cancha en 2023. No te olvides que en el entorno del jefe de gobierno barajan la chance de repatriarla en CABA y convertirla en la sucesora natural de Horacio, despejando el terreno para los intendentes en la provincia y dando una muestra clara del objetivo de terminar con “los personalismos”.
- Pero los radicales la prefieren a ella antes que cualquier otro candidato del PRO...
- Algunos intendentes puede ser. Pero la conducción partidaria, sobre todo Maxi Abad, quiere jugar en grande y dar el batacazo. Si hay PASO esperan disputarle de igual a igual al PRO. Si no hay primarias, van a buscar que el acuerdo incluya no solo una alianza legislativa sino un reparto equitativo del poder y en ese plan no hay lugar para ninguna figura excluyente y Vidal representa eso en la provincia.
- Me dejas con muchas dudas. No tenés datos concretos. No se, fechas, reuniones... alguna captura de los grupos de whatsapp.
- Sabes qué pasa Martincito, como siempre, te estoy pasando data del primerísimo nivel. Y si bien la situación sigue tensa dentro de Juntos por el Cambio, Mariu sigue siendo la prensa de unidad, aunque ya no como candidata, sino precisamente porque cada vez más espacios coinciden en que no la quieren como figura central en la provincia.
No demasiado convencido salude a mi amiga Elba Gallo y salí del despacho del legislador de Juntos por el Cambio para el que ella trabaja. La sensación era que toda la charla había sido inútil, pero en la cabeza me resonaba uno de los consejos que siempre me da mi jefe Marito Casalongue cuando me pide que no descarte nada y deje que la información madure. Por eso me tranquilicé y encaré para la oficina, ahora pensando que quizás me habían filtrado el dato más secreto de la interna partidaria.