Mar del Plata: el Kirchnerismo y la mafia de los repartidores

Los concejales kirchneristas de Mar del Plata, Hugo Vito Amalfitano y Roberto “Chucho” Páez, meten la mano en la lata de los repartidores y mensajeros con el fin de politizarlos. Asimismo, utilizan su brazo gremialista más fuerte para manipular e influenciar.
La secretaria adjunta de la CGT, Adriana Donzelli (dirigente del Sindicato Argentino de Docentes Privados), y el titular Miguel Guglielmotti son los encargados de dichos vínculos K. Sin ir más lejos, el bancario es quien más resuena en la rosca política como integrante de la lista en el Frente de Todos.
El primer mandado que reclamaron desde el Kirchnerismo fue un ataque a los representantes populares de los repartidores particulares “por ser lineales al Macrismo”, según expresaron. Sin embargo, nadie ingresó el cucharon político en ello, hasta la manipulación del sector K.
“Un grupo de repartidores liderados por Virginia Luján Sosa y Federico Joel López, quienes se hacen llamar ‘representantes’ frente a los medios, convocaron sin el consenso de la mayoría, una protesta exigiendo seguridad, la cual, no representa a ninguna de las organizaciones ni repartidores abajo firmantes”, afirmaron controversialmente en un comunicado.
Vale recalcar que, en cada una de las marchas locales, a quienes denuncian dichas agrupaciones, fueron los encargados de llevar la causa a los medios y hasta se han comprometido profundamente. “Siempre vimos a La Rusita o El Chino todos, a los que firmaron esa carta ni los hemos visto”, expresan repartidores independientes consultados por NOVA.
Sin ingresar en la disputa de presentaciones, la interrogativa que se origina a todo ser, es el caso de la mano negra detrás en los hechos. De base, los ediles Amalfitano y Páez han puesto a su comodoro Guglielmotti para llevar adelante la “peronización” de los trabajadores particulares, respecto a mensajeros y repartidores.
Asimismo, el bancario se tomó el atrevimiento de poner en ambas agrupaciones representativas a dos personas, sin haber mediado votación correspondiente. Se tratan de dos puestos “a dedo”. La integrante del Movimiento Teresa Rodríguez, Soledad Rasquela, por parte de RedApps Unidos Argentina y Alan Veltri en el SICAMM, como si se tratase de un juego.
Ya en segunda línea se encuentran Matías Cejas por parte de RUA, y desde el otro costado Yanina “Chicho” Arismendi y Héctor Matías Fiorellini. Este último también se encuentra como secretario de la Mutual de Trabajadores Repartidores, Cadetes y Mensajeros en Moto desde el año 2017 con Veltri de primer vocal, con lo cual militan desde hace tiempo juntos.
Otro dato no menor es que, cuando le robaron la moto a uno de sus compañeros repartidores y el cual casi muere cuando le intentaron gatillar sin efecto, ninguno de los autoproclamados representantes se hizo presente. Tanto Sosa como López acompañaron el reclamo e intento póstumo de recuperación.
“Cuando se les pidió ayuda al SICAMM y RedApps Unidos Argentina, dijeron que sin GPS no se podía hacer nada”, expresó un repartidor que milita la causa. Y añadió: “buscan solamente cobrar una cuota sindical o politizar a quienes trabajamos honestamente”.
A su vez, desde este medio se averiguó el hecho de cómo están los papeles de ambas agrupaciones que buscan ser protagonistas. Ninguna jamás llamó a votación para realizar la mención de cargos, al mismo tiempo que no cuentan con personería gremial o jurídica. Por lo tanto, son nombres ficticios y sin peso alguno.