Al parecer, la embestida del Jefe de la Comuna no le fue suficiente a Fiorini, quien ahora intenta medirse con el mandatario local, arrodillándose a la gestión porteña que llevan adelante Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli. Asimismo, intentar hacerse con una lapicera, sin embargo le convendría comprarse alguna en una librería porque es difícil que se la habiliten.

Sin figuras rutilantes, tanto en lo municipal como en el territorio bonaerense, el legislador no tiene con qué hacerse de una campaña. Ello sin contar con la parte financiera que es tan importante y sumado también el hecho de que irá sumamente de visitante, ante personas originadas en el ceno de Juntos por el Cambio, más bien en Propuesta Republicana y la Unión Cívica Radical.

Ahora bien, el dirigente surgido del Peronismo y con pasajes en el Kirchnerismo (y brevemente en el Massismo) no cuenta con una espalda fija. Tampoco tiene funcionarios que puedan respaldarlo con un poco de economía.

Por el lado de nombres propios, el concejal marplatense Alejandro Carrancio es el único que cuenta con peso, pero es el de una pluma. Yendo más a profundo, tiene demasiados muertos y controversias que no lo hacen un político candidateable en estado puro. De por sí, un provida que habría obligado a su actual pareja abortar un hijo suyo.

Lo único que logra el actual senador de Juntos por el Cambio es seguir agrietando innecesariamente un espacio opositor, haciéndole más guiños al oficialismo nacional y provincial. “Pareciera que lo hayan mandado a romper con algún propósito”, sentencian desde los pasillos de la Comuna.

Ante todo lo referido, solo puede dejarse en claro que, de momento, seguiría en pie aquella promesa del FdT para que ocupe algún cargo en el Banco Provincia. ¿Otra estrategia del Kirchnerismo para que su perro faldero destiña el amarillo de la ciudad balnearia?