Pero los datos son llamativos: es que los precios de las naftas crecieron por sobre la inflación o el mismo dólar (que, para colmo, tuvo pronunciados saltos cambiarios), marcando un incremento aproximado del 70 por ciento desde agosto del 2020, cuando se ubicaba en los 53 pesos por litro y ahora no baja de 90.

Ahora las autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, bajo el liderazgo del ultra kirchnerista y ex vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González, prometió que será el último aumento del 2021 y que “este año la nafta va a aumentar menos que la inflación del 29 por ciento que prevé el presupuesto”, afirmó.

No obstante, estas palabras parecen ser más parte de una estrategia electoral de cara a fin de año que una realidad concreta porque hasta el momento, únicamente tomando los cincos meses del 2021, los incrementos se posicionan en un 28 por ciento en promedio. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, ya llegó al 34,5 por ciento.

Incluso hasta los más fervientes militantes kirchneristas expusieron esta situación la última semana, como es el caso del periodista Diego Brancatelli, quien no ocultó todo su enojo con la administración de Alberto Fernández, al menos en el rubro de los tarifazos: “Usted pidió que le marquemos cuando algo no está bien”, dijo.

Al tiempo que el periodista fundamentó: “Señor presidente Alberto Fernández, el bolsillo de los argentinos no soporta otro aumento de nafta. ¡Basta! Es una vergüenza. Sería un buen gesto detener esta nueva suba”.

Por último, Brancatelli tuvo que salir a dar explicaciones que, más allá de su verosimilitud o no, exponen una interna en el gobierno entre AF y Cristina Kirchner: “No hay ninguna interna. No me mandó Cristina a decir nada. No me bajo de ningún barco. No inventen cosas donde no las hay. Es sentido común”, concluyó.