Más allá de que la doctora no esté dada de alta en la Unión de los Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, se entiende que es la representante legal del mismo. Por ende, se efectiva cada uno de sus honorarios, a la hora de llevar adelante cada disputa.

¿Cómo llega Marinelli al gremio? En pocas palabras, habría sabido movilizarle las ideas al ex secretario Gremial de UTHGRA en Mar del Plata, Carlos Costa, entre las sábanas frecuentemente. De dicho modo, logró escalar e intercambiar posturas, para poder llegar a oficiar de letrada. Según fuentes cercanas, estaría buscando nuevos rumbos para reiterar dicha táctica y prevalecer.

Ello no es mucho, porque la letrada también es directora general de Empleo, Economía Social y Formación del Municipio, con un salario mayor a 201 mil pesos. Allí llegó de la mano del actual Jefe de Gabinete de Mar del Plata, Santiago Bonifatti, para quien militó en Consenso Federal y muchos afirmarían que también le “realizó algunos favores personales”.

Su desembarco se dio como consecuencia de los vínculos entre el representante de Sumar Mar del Plata y Morro, en el contexto del reconocido conflicto dado en la confitería Boston. Mientras 80 familias se quedaron sin ingresos laborales, la abogada se hizo con un cargo municipal y se aferró como representante legal del gremio.

¿El negocio redondo de UTHGRA Mar del Plata?

Por los pasillos de la sede que se ubica en San Luis al 2548, indican que del total de las demandas laborales el 20 por ciento se le cobra a las empresas en función de honorarios. A parte del arreglo que se realice para el empleado, quien es la víctima del asunto.

Tomando el porcentaje referido, el 10 por ciento siempre le giraría a la Marinelli, otro mismo porcentaje llegaría al bolsillo de la titular del Sindicato de Gastronómicos marplatense, Nancy Todoroff. “Resulta ser una mafia que poco le importa el trabajador, sino la plata para la casta”, expresan.

Un detalle a tener en cuenta, es que los honorarios siempre se cobran con antelación, por encima de lo que consiste en indemnizaciones. La problemática radica en que el eje central sería poder otorgar el beneficio al empleado, aunque la tajada termina primando.

Ante todo lo explicado, se puede dejar cada vez más expuesto el conflicto de intereses y los negociados tras la cortina de la concejal Morro. Por lo tanto, pareciera ser que sus horas en el Concejo Deliberante de Mar del Plata penden de un hilo.