Versiones Fidedignas: Alberto espera el inicio del plan de vacunación para meter mano en el gabinete
Los manuales advierten que en materia política "no se hace lo que verdaderamente se piensa, ni realmente se piensa lo que se dijo". Por eso, los rumores y murmullos son tan importantes como los "textuales" de cada día...
Los “funcionarios que no funcionan” están de salida
Los cambios en el gabinete de Alberto Fernández son un secreto a voces en los pasillos de la Casa Rosada, la presión de los sectores del ultrakirchnerismo, Cristina Fernández a la cabeza se volvieron insostenibles para el mandatario, que apenas logró estirar los tiempos y anunciará los reemplazos después de que esté en marcha el plan de vacunación de forma masiva, probablemente en el mes de marzo.
Si bien es cierto que las salidas no están confirmadas, claramente los ministros apuntados son Luis Basterra de Agricultura, que no logró frenar el aumento de la carne ni forzar la liquidaciones de grano por parte de los exportadores, profundizando la inflacion y la crisis económica; Daniel Arroyo, que después del papelón con la compra con sobreprecios no puedo recomponer su imagen y el Canciller Felipe Solá, que ha demostrada una inexistente cintura para el manejo de la diplomacia tanto dentro como fuera del país.
Sus potenciales reemplazantes son una incógnita, y quien seguramente se sumará al gabinete en Aníbal “La Morsa” Fernández, aunque quizá con la creación de una nuevo Ministerio o un enroque con algún otro funcionario. En ese sentido algunos trascendidos indican que podría salir Marcela Losardo de Justicia y dejar esa cartera en manos de Eduardo de Pedro, para que finalmente Fernández desemboque en el Ministerio del Interior.
La rosca bonaerense de Juntos por el Cambio suma tensiones
Desde finales del año pasado es evidente que en Juntos por el Cambio están “todos” en campaña y aunque lo quieran ocultar, empiezan a generarse roces internos que amenazan con romper la armonía que el principal espacio opositor mostró hasta ahora.
En ese sentido los primeros en manifestar internamente malestar fueron los integrantes del “Grupo Dorrego”, intendentes del PRO que buscaban tener el camino libre para impulsar al próximo candidato a gobernador de la provincia, hasta que apareció Elisa Carrió y trastocó eso planes.
Si bien es desconocido el apoyo electoral que pueda concitar Lilita en territorio bonaerense, el hecho de militar desde el llano, sin cargo y sin responsabilidad institucional, le permite un posicionamiento mucho más extremo que el que pueden permitirse los jefes comunales que en medio de la pandemia dependen de los recursos del gobierno provincial, lo que limita el margen para las críticas a Axel Kicillof.
Pero además Carrió se acercó al diputado Maxi Abad, candidato también a presidir el comité provincia de la UCR, que tampoco tiene la responsabilidad de gobernar y por eso tiene también mayor margen de acción para disparar contra el gobierno. Los legisladores vienen pregonando la necesidad de llevar un candidato radical, quizá Lilita, que viene de la UCR, sea la figura que estaban buscando.
Berni al rincón... por ahora
El bajo perfil que registra por estos días el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, es el resultado de los tirones de oreja que se multiplicaron durante el año por el protagonismo extremo del funcionario en temas sensibles como la edad de imputabilidad, las tomas de terrenos y la mano dura.
Pero, además, es parte de una especie de acuerdo no blanqueado dentro del gabinete, para que Seguridad cuente con todos los recursos para garantizar el más amplio despliegue posible durante la temporada, y se eviten episodios nefastos como la muerte de Fernando Báez Sosa el año pasado en Villa Gesell, en una madrugada en la que la Policía brillaba por su ausencia.
Eso sí, una vez terminada la temporada y sobre todo si se cumple el objetivo de evitar grandes desmanes, Berni ya avisó que comenzará a pisar fuerte, siempre pensando en su campaña de instalación personal pensando en la gobernación de la Provincia, un destino que el funcionario nunca ocultó.