Versiones Fidedignas: la interna policial vuelve a golpear la puerta de Berni
Los manuales advierten que en materia política "no se hace lo que verdaderamente se piensa, ni realmente se piensa lo que se dijo". Por eso, los rumores y murmullos son tan importantes como los "textuales" de cada día..
Otra protesta policial amenaza con poner en jaque al ministro de Seguridad
La protesta policial, con personal armado y uniformado manifestando en la quinta presidencial de Olivos, fue un punto de inflexión para la estrategia de instalación del ministro de Seguridad Sergio Berni, que si bien no abandonó sus aspiraciones de reemplazar a Axel Kicillof en el sillón de calle 6 en la ciudad de La Plata, bajó de manera sensible su exposición en los medios y evitó, al menos por un tiempo, meterse en nuevas polémicas.
Sin embargo dentro de las fuerza policial las aguas están lejos de la calma y más bien se acercan a un nuevo punto de ebullición, que en las redes sociales empieza a tener tufillo a nuevas protestas, tan o más duras como la que debió enfrentar el gobierno provincial en el comienzo de la gestión, aunque esta vez habría un fuerte componente político.
Es que en la histórica interna de la bonaerense, Berni parece haber elegido el lado minoritario, por lo que actualmente carece del ascendente que le permitiría controlar la fuerza, por lo que para evitar cualquier tipo de desmadre depende de jefes policiales que no le responden y de otros que le dejaron de responder cuando notaron que el ministro no tenía un plan de gestión.
En ese marco, la protesta no tiene fecha, pero está claro que el enojo sigue latente y además de una mejora en los adicionales, esta vez los efectivos reclamarán cambios en la cúpula policial y los más extremistas aseguran que el reclamo incluirá un pedido de renuncia del ministro.
Se profundizan las tensiones en Radio Provincia
En la Radio Pública de la provincia de Buenos Aires parece que los contratos millonarios no fueron suficientes para calmar las aguas con el director de la emisora, Marcelo Figueras, que esta semana lanzó un nuevo desafío para los trabajadores del área de deportes y rechazó la posibilidad de transmitir en vivo el partido de Estudiantes, como lo hace habitualmente la radio con los equipos de la ciudad de La Plata.
Figueras decidió imponerse a los trabajadores y priorizar el último programa de “Sudaka en Radio”, un envío que tiene como conductora estrella al travesti Claudia Vazquez Haro, de escasos éxitos en los medios y trayectoria prácticamente desconocida en radio, aunque con amplio apoyo del kirchnerismo universitario, siempre atento a reivindicaciones de gays, travestis, transexuales y trans.
Entre los periodistas de deportes de Radio Provincia el enojo es mayúsculo y según afirman en los pasillos de la emisora, la decisión del director de priorizar el programa travesti fue en sí mismo un mensaje que les muestra el lugar que ocupan en la agenda de la gestión provincial. Entre los trabajadores afirman que Figueras los considera “mas marginales que a los travas de calle 1”, en relación a la zona roja platense.
Dos ministerios y ningún ministro
Desde el comienzo de la gestión de Axel Kicillof en la provincia se evidenció que uno de los principales problemas que debería afrontar tenía que ver con la comunicación del gobierno y su relación con los medios y si bien el mandatario decidió darle rango de ministerio a la comunicación pública, lo cierto es que la gestión de Jesica Rey siguen haciendo agua por todos lados a pesar del despilfarro permanente de recursos.
En rigor de verdad hay una superestructura ministerial que maneja prácticamente dos presupuestos paralelos, que son gestionados por sectores de La Cámpora, sin que quede muy en claro cuáles son los objetivos que tiene el gobierno en materia comunicacional.
Además, la relación de Rey con los medios está prácticamente rota y los canales que intentó construir se destruyeron del todo cuando la funcionaria empezó a mostrar su intolerancia con aquellos que piensan distinto que el gobernador, llegando a quitarle la pauta a medios exitosos, por el solo hecho de darle lugar a figuras de la oposición bonaerense.
En ese escenario empezó a quedar en claro que más que un Ministerio de Comunicación, hay dos estructuras que manejan pautas por cifras millonarias que terminan generalmente en los grandes medios porteños como Clarín y La Nación, a pesar de las críticas que Kicillof suele lanzar contra esos holdings de noticias, lo que evidencia a su vez que lo que falta es un ministro o ministra, que por lo menos le avise al gobernador que no haga papelones criticando a medios porteños que sostiene con pauta millonaria, mientras ningunea a otros que se dedican exclusivamente a la información bonaerense.