
La Argentina del Siglo 21 ha dejado una marca imborrable en el corazón de todos los habitantes del país, a quienes se le han cambiado hasta los objetivos personales a corto y a mediano plazo.
En su momento, todos perseguían el sueño del techo, de la vivienda, de la casa en donde poder llegar a viejo y partir a mejor vida tranquilo. Hoy, es todo distinto y se lo debemos a nuestro señor titiritero Alberto.
Cuando estaba el “Gato” todos querían comer carne y no se podía, y nos vendieron que con “Todes” se iba a poder e íbamos a tirar la polenta. Nada de eso pasó, y en vez de ser nacional y popular, se volvió imposible.
El ProAsar pronto llegará a las oficinas nacionales y todos podrán llegar a tener su asado de domingo propio, en cómodas cuotas y con la mejor calidad de tu carnicería del barrio.