Fiestas negras, aprietes y amenazas de muerte en un distrito del Conurbano

El Político Enmascarado es un hombre oriundo del interior del país, afincado en Buenos Aires desde que vino a estudiar allá por el año 1966. Sociólogo y profesor de historia con varias maestrías en el exterior. Se define a sí mismo como un “peronista heterodoxo” con amigos variados de todas las ideologías y partidos.
Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.
Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores de NOVA.
-El rol de los intendentes bonaerenses se volvió fundamental para el manejo de la crisis sanitaria, Enmascarado, ¿cómo ve la intimidad del poder de los jefes comunales?
-No creo que sean tan fundamentales, más bien son los brazos ejecutores de un programa que digita Nación, y esquiva provincia, pero que realmente podría prescindir de la mayoría de los jefes comunales, más preocupados en algunos casos por mantenerse en el poder y evitar los escándalos que en avanzar contra el virus.
-Es una denuncia grave la que está haciendo, ¿me puede ampliar un poco más?
-Por supuesto. Te voy a dar para eso un solo ejemplo. Ocurrió en uno de los distritos del Conurbano sur, al comienzo de la gestión cuando todavía no bajaba la espuma de los festejos por el triunfo del peronismo y casi sin querer un grupo de trabajadores, choferes de Uber, y otras actividades de ese tipo terminaron siendo testigos de lo que calificaron como una “fiesta negra” con drogas, alcohol y todo vicio que te puedas imaginar, que tenía como protagonistas a todo el arco político local.
-Enmascarado, no juegue conmigo, que en época de coronavirus las historias no abundan y me está tirando una bomba…
-Lo que te acabo de contar no solo es exactamente así, sino que esa situación terminó condicionando toda una parte de la estructura del gobierno de ese distrito, dedicada a mantener a raya los rumores y potenciales denuncias o escraches por esos temas. Para eso un grupo de dirigentes y funcionarios se dedican a “apretar” con todo tipo de amenazas a algunos de los testigos de ese encuentro.
-Me puede tirar un dato más preciso, en que municipio fue, quienes estaban presentes.
-Mi terreno es el análisis político, no la información pura. Pero te puedo decir que en esa municipalidad ya no se cocina tan bien como antes, aunque quizá los vinos vengan de Mendoza y eso puede ser garantía de calidad, pero solo para los vinos. Aunque pensándolo bien, se trata más bien de una distrito “cervecero”.
-¿Cómo es posible que esto no haya salido a la luz, Enmascarado?
-Como ya te dije, aunque parezca mentira y en medio de la crisis por el coronavirus, hay toda una dependencia municipal, que maneja directamente la intendenta...
-Epa! “intendenta”, ya no quedan dudas de que distrito se trata y quien es la protagonista central de estas fiestitas.
-No, ya no quedan dudas. Tampoco quedan dudas de que La Cámpora, que es su base de apoyo es en definitiva la fuerza de choque para tapar estos escándalos no solo en su distrito sino en todos los que controla el kirchnerismo, en los que este tipo de “derrapes” de los funcionarios son mucho más comunes de los que se cree. En lugar de sexo drogas y rockanroll, sería “sexo, drogas, alcohol y kirchnerismo” en este caso. Y ahora me voy rapidito, no sea cosa que en el laburo piensen que estoy “enfestado” y se enoje mi jefe, Marito Casalongue.
-Hasta pronto, Enmascarado…
-Hasta pronto, amigazo…