
Por Pablo Silva, especial para NOVA
Se acerca la Navidad y qué mejor que hablar de una gran verdad que nos enseñaron desde pequeños y todos los años, pese a existir una Ley de Maltrato animal (Ley 14.346) se sigue justificando a uno de los maltratadores de animales más grande: Papa Noél o Santa Claus.
Justamente el viejito pascuero (como se lo conoce en Chile) es uno de los maltratadores de animales más añejos de la historia y la sociedad se lo sigue perdonando. Nadie sabe cómo los cuida durante todo el año, pero si no trabaja, ¿cómo se alimentan esos renos? Me dirán que el relato que proponemos no es coherente porque el personaje de la navidad es una fabula, pero desde que nacemos y hasta, más o menos a los 8 años, nos dicen que ese hombre que viaja en su trineo dando latigazos a esos animales que acarrean su medio de transporte es un ser bueno.
Ocho años en la vida de todos enseñamos a nuestros hijos, incluso quienes defienden a los animales, a hacer la vista ancha sobre esta realidad y este sujeto que además de maltratar a los renos a lo largo de una jornada y no darles de comer durante todo un año, después todos admiran y silencian ante sus actos.
El mensaje es todo, pero hacemos caso omiso a eso. Lo amparamos en que se trata de una fábula, pero todos los años nos muestran a ese hombre vestido de rojo, de barba larga, dando latigazos para que sus renos arranquen y pasen por cada hogar, a toda velocidad, sin frenar.
Dejemos de ser cómplices de este señor vestido de bondad, cuidemos nuestros animales y el mensaje que damos hacia nuestros hijos, que observan, como lo hicimos todos, durante aproximadamente 8 años en muchos casos (edad en la que nos dijeron que Papa Noel no existe), a ese señor utilizar animales para llevar un excesivo peso y recibir latigazos. Digamos NO al maltrato animal, hagamos respetar la Ley 14.346 y cuidemos el mensaje que nos quieren inculcar.